
Tec de Monterrey Puebla inaugura ‘Tune Titans’ reto ante la élite musical
El Tec de Monterrey Campus Puebla abrió ayer y continúa hoy con la primera edición de Tune Titans, un concurso nacional que busca algo más que premiar proyectos estudiantiles: pretende colocarlos —literalmente— frente a los gigantes de la industria del audio. La Licenciatura en Tecnología y Producción Musical convocó a jóvenes de distintos campus a presentar piezas originales en producción musical y diseño sonoro para medios audiovisuales. Una vitrina académica, sí, pero también una experiencia de presión profesional. De esas que marcan.

Lo verdaderamente interesante del evento no es sólo el entusiasmo juvenil ni el despliegue logístico, sino la lista de jueces y ponentes: personajes cuya trayectoria podría intimidar incluso a músicos consolidados. La presencia de productores, ingenieros y restauradores ganadores del Grammy le da al certamen un nivel que rara vez se ve en un concurso universitario en México.
Ahí está Joe Baldridge, por ejemplo. Más de 35 años de carrera, más de 600 créditos profesionales y varios Grammys en su vitrina. Ingeniero detrás de proyectos de Toby Mac y pieza clave en Red de Taylor Swift —álbum nominado al Grammy a Grabación del Año en 2014—, Baldridge pertenece a esa categoría de profesionales que empezaron en estudios de élite y terminaron formando a las nuevas generaciones. Hoy es instructor en Belmont University y, según los organizadores, llega al Tec con la misión de evaluar, sí, pero también de orientar.

Lo acompaña Eva Reistad, otra ingeniera ganadora del Grammy, conocida por saltar sin miedo de un set de grabación cinematográfica a una consola de música experimental o al diseño sonoro de un espectáculo de Hans Zimmer. Reistad no sólo domina casi cualquier plataforma de audio: también se ha vuelto una voz activa en temas de inclusión y mentoría. Su presencia en Tune Titans envía un mensaje claro: la técnica importa, pero la visión del mundo también.

El jurado internacional lo completa Allan Marc Tucker, un veterano que ha visto pasar medio siglo de transformaciones tecnológicas sin perder el entusiasmo. Ganador de Grammys, discos de oro y responsable de más de 3,500 discos, Tucker encarna la figura del ingeniero que no sólo produce: educa, corrige, provoca, incomoda. Hoy dirige un programa universitario en producción musical y considera esta etapa —la docente— como la más significativa de su carrera. No sorprende: para él, enseñar a escuchar es tan importante como operar una consola.

A este grupo se suma Michael Graves, cinco veces ganador del Grammy y considerado uno de los mejores restauradores de audio en el mundo. Su trabajo ha devuelto a la vida grabaciones dañadas de Hank Williams, Ray Charles, Joni Mitchell o Nina Simone. Es, digamos, una especie de arqueólogo del sonido. Su método meticuloso y casi quirúrgico representa una dimensión del audio que muchos estudiantes desconocen hasta que ven a un experto explicarlo.

Finalmente, el más cercano a los estudiantes en sensibilidad contemporánea: el divulgador musical Erick Bada, creador de contenido con más de 400 mil suscriptores y compositor con más de 50 temas propios. Su trayectoria no viene de grandes estudios, sino de años de autogestión, formación irregular y curiosidad insaciable. Justo lo que muchos jóvenes reconocen como su propio camino.

En conjunto, Tune Titans funciona como un choque de realidades: estudiantes que comienzan y profesionales que lo han visto todo. Un concurso que mezcla rigor, inspiración y un baño de realidad. Y, sobre todo, una señal de que en Puebla se está apostando en serio por formar a los futuros creadores de la industria musical.








