
Trump impone arancel al jitomate mexicano: ¿protección o castigo económico?
En una jugada que huele más a política electoral que a protección comercial, el gobierno de Donald Trump reactivó un arancel del 17% al jitomate mexicano. Florida celebra, Texas y Arizona se alarman. ¿Ganadores? Pocos. ¿Perdedores? Muchos.
La Florida Tomato Exchange festeja la medida como un triunfo contra el supuesto “dumping” mexicano. No sorprende: Florida produce el 70% del tomate estadounidense y acusa a México de haber multiplicado sus exportaciones por cuatro en dos décadas. El senador Rick Scott, con tono patriótico y dedo acusador, culpa al viejo Acuerdo de Suspensión del Tomate por la caída de su industria. Pero, ¿realmente es eso lo que ocurrió?
Del otro lado de la balanza, Texas y Arizona advierten una tormenta: hasta 47 mil empleos en riesgo, aumentos de 50% en el precio del tomate y un impacto económico de 8 mil 300 millones de dólares. ¿Quién paga el precio de este nacionalismo? El consumidor promedio en su supermercado.
En voz de Claudia Sheinbaum, México minimiza el golpe: “el jitomate no tiene sustituto”. Tiene razón, pero el bolsillo del estadounidense sí tiene límite. Y en año electoral, Trump vuelve a jugar la carta del proteccionismo, aunque cueste caro.
No estamos de acuerdo con el arancel de Estados Unidos contra el jitomate mexicano pero se seguirá vendiendo porque no tiene sustituto: presidenta Claudia Sheinbaum. pic.twitter.com/lZz6FYJzrW
— JorgeArmandoRocha (@JorgeArmandoR_) July 15, 2025






