Enfoque prohibicionista contra drogas, deriva en hechos violatorios de DDHH
Redacción.- La prohibición de las drogas en México ha provocado que sean privadas de su libertad miles de personas en situación de exclusión, vulnerabilidad y pobreza, que participan en las actividades más expuestas de este mercado, como la siembra o la cosecha.
Además, ha fortalecido una política de detención y extorsión bajo un enfoque discriminatorio en contra de las personas usuarias de estupefacientes, asegura Adriana Muro, abogada especialista en el área de política de drogas.
Y aún con el proceso legislativo en marcha, que pretende regular el cannabis en el país, las medidas propuestas mantienen la criminalización y el enfoque punitivo, señala Muro en una columna publicada en el portal Animal Político.
Esta regulación toma importancia, pues, según la especialista, representa una oportunidad en materia legislativa para expulsar de los ordenamientos jurídicos legislaciones y políticas que derivan en hechos violatorios de derechos humanos. Aunque, menciona, el Congreso de la Unión parece ir en la dirección contraria.
Entre 2013 y 2018, según datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), las personas jóvenes que llegaron a tratar su adicción a las drogas a estas instituciones gubernamentales dijeron tener un mayor consumo de marihuana que de alcohol o tabaco.
Así, independientemente de los beneficios o afectaciones que produce el consumo de cannabis; la cifra sobre este estupefaciente revela que tiene una alta prevalencia entre los jóvenes; por lo que este sector de la población más que un castigo penal, requiere información para tener un uso adecuado, una prevención oportuna o un tratamiento conveniente.
En ese sentido, mientras las autoridades del país se concentran en entorpecer la legislación sobre la regulación de la marihuana y en detener arbitrariamente a usuarios de drogas en las calles, el narcotráfico —generador de violencia y de consumo de drogas— reafirma su presencia, aún con la pandemia enmedio.
Las perspectivas operativas a largo plazo y las capacidades de las organizaciones criminales transnacionales de México (es decir, los cárteles más grandes del país) no se vieron afectadas significativamente por la pandemia de COVID-19 con respecto a sus actividades de narcotráfico y producción de drogas”, señaló la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el documento Evaluación Nacional de la Amenaza de Drogas 2020.
Por otro lado, drogas como el alcohol o el tabaco acaban con la salud de la población de una manera silenciosa y autorizada. El tabaquismo, por ejemplo, estuvo presente en el 17 % de las personas que han muerto por Covid-19 en México.
Diversas organizaciones han manifestado su preocupación respecto a la criminalización de los consumidores de droga, pues, según explican, el consumo de drogas, más que un “delito”, es un problema de salud pública, que requiere prevención y tratamiento, al igual que el tabaquismo y el alcoholismo.