Así se vivió el desfile 5 de mayo en Puebla
El 5 de mayo de 1862, “las armas nacionales se cubrieron de gloria”. Este 5 de mayo de 2022, los corazones de los poblanos se llenaron de esperanza, las calles de la capital, se cubrieron de alegría y orgullo durante el tradicional desfile conmemorativo de la Batalla de Puebla.
Desde antes de las 8 de la mañana, familias enteras, ataviadas de banquitos, sillas plegables, sombrillas, gorras y una buena dotación de confeti, comenzaron a ocupar algún lugar a lo largo de los 4 kilómetros que recorrió el desfile que duró alrededor de 2 horas.
Tras dos años de silencio, este jueves la calzada Ignacio Zaragoza y el bulevar 5 de mayo volvieron a retumbar con el sonido de los tambores de las bandas de guerra, los clarinetes de las bandas de música inundaron el espacio y el entusiasmo de docentes y alumnos contagió a todos los espectadores.
“Me encanta, ya se extrañaba después de dos años de pandemia, toda la comuna poblana, de todo el interior de los 217 municipios y recibir a otras personas de otras partes de México y del mundo, la gesta histórica del 5 de mayo de 1862 sigue viva en los poblanos de hoy, disfrutando obviamente, todos teníamos este grito aquí guardado y hoy lo soltamos”.
Como cada año, antes de la pandemia, los poblanos aprovecharon para recibir a amigos y familiares de otras entidades y poder presumir la impecable organización del desfile y recordar la gesta heroica del Ejército Mexicano, sobre las fuerzas armadas francesas.
“Después de esta pandemia de dos años ya nos hacía falta este desfile que es la fiesta de los poblanos, vienen mis amistades de Jalapa y les fui explicando la historia de la batalla, de los tres Juanes, del general Ignacio Zaragoza, y orgullosa de ser poblana, mi madre es de Zacapoaxtla y arriba la Sierra Norte”.
Mientras los contingentes pasaban, en la lateral del bulevar 5 de mayo se suscitaba un desfile alterno, el de los vendedores ambulantes que ofrecían de todo: nieves, tortas, botanas, jugos, cafés, papas, refrescos, hamburguesas, cemitas, algodones de azúcar, viseras, llaveros y juguetes.
El 5 de mayo, es una fiesta al orgullo de ser poblanos pero también, para quienes se dedican al comercio. Y es que después de dos años de encierro, los vendedores ya tenían urgencia por volver a las calles en esta fecha.
“Sí se extrañaba, ahorita vi que hubo mucha gente y también mucha vendimia, entonces creo que sí es como un pequeño respiro para la gente, nos cobraron 50 pesos para venir acá, es una cuota cómoda, y pues traje refresco, aguas y tortas, que es lo que más se vende”.
Como cada año, el desfile concluyó con el paso de los charros y escaramuzas que con su elegancia robaron respiros, piropos y aplausos de la concurrencia. Así, tras dos años de confinamiento a causa de la pandemia por coronavirus, este 5 de mayo significó para muchos una luz al final del túnel.
