Más vulnerables que nunca
Irma Sánchez
La etapa que nos toca vivir a usted y a mí, no ha resultado nada fácil.
Como cualquier etapa, enfrentamos muchos retos.
Pero el contexto de inseguridad, incertidumbre, asechanzas, y el fantasma de males endémicos, nos colocan en el terreno de la inseguridad, la alerta, y la amenaza permanente del caos.
Generaciones atrás le pusieron ganas para ofrecer a sus descendientes un mundo mejor, con más oportunidades y mejores escenarios.
Ese mundo prometido no ha llegado y hoy estamos conscientes de que ¡ni llegará!
Por el contrario, lo que hoy vivimos plantea un escenario más difícil, restringido, con opciones inciertas.
¡Nada alentador!
Salir adelante hoy es una verdadera hazaña con todo lo acumulado: inflación, inseguridad, competencia, sobrepoblación, agotamiento de recursos y un sinfín de factores en contra.
Por lo que hoy estamos comprometidos a sumar lo mejor para construir un escenario lo menos complicado, como herencia para las futuras generaciones.
¿De qué seremos capaces?
La respuesta cada uno la tenemos de acuerdo a nuestras fortalezas debilidades, aspiraciones, convicciones, anhelos.
Lo que a esta generación nos preocupa, es que ya no podemos seguir en el proyecto del mundo prometido, porque la vulnerabilidad en la que vivimos todos, unos con hambre, otros sin posibilidades de una vida estable, muchos sin salud, y otros hasta sin sueños, pero todos con la certeza de que lo único cierto, es lo incierto.
