AFP
El presidente de la Federación Búlgara de fútbol (BFU) Borislav Mihaylov, bajo presión por los pobres resultados de la selección, anunció su dimisión el lunes, después de las violentas manifestaciones de aficionados.
He presentado mi dimisión para apaciguar los ánimos”, declaró el responsable de 60 años, que estaba al mando de la federación desde hacía 18 años, al término de una reunión de la institución en Sofía.
Cuestionado desde hace años, la presión para que dimitiera creció desde los incidentes acaecidos el 16 de noviembre, que provocaron decenas de heridos entre policías y aficionados, durante el partido Bulgaria-Hungría de clasificación a la Eurocopa-2024.
Los jugadores búlgaros perdieron toda esperanza de lograr un boleto a la competición continental de Alemania, un nuevo fracaso mal digerido por los aficionados. El último torneo internacional del país se remonta a la Eurocopa-2004 en Portugal.
Por ello, la BFU solicitó que el partido se celebrase a puerta cerrada, para evitar protestas en las gradas contra Mihaylov.
El interesado denunció “una presión sin precedentes, calumnias y ataques permanentes”, declarándose, pese a los reveses, “orgulloso de lo logrado”.
En los últimos días se habían multiplicado las voces que pedían su marcha.
La presidencia será ocupada de forma interina por el vicepresidente Mihaïl Kasabov hasta el congreso previsto el próximo año, que debe ratificar la decisión y examinar las nuevas candidaturas.
Borislav Mihaylov ya había dimitido en octubre de 2019 después de un escándalo de insultos racistas durante un partido contra Inglaterra. Finalmente, dio marcha atrás en su decisión y regresó un año y medio después.
- Con el récord de longevidad como presidente de la BFU, este exguardameta durante la época gloriosa del fútbol búlgaro de 1994, ha sido elegido en cinco ocasiones desde 2005. Su presidencia ha estado marcada por acusaciones recurrentes de partidos trucados y apuestas ilegales, desvío de fondos públicos y conflictos de intereses.
