De nuevo la indiferencia
Silvino Vergara
“La indiferencia es apatía, es parasitismo,
es cobardía, no es vida.
Por eso odio a los indiferentes.
La indiferencia es el peso muerto
de la historia. Es el pantano que
rodea a la vieja ciudad
y la defiende mejor que la muralla
más sólida, mejor que las corazas de
sus guerreros… Odio a los indiferentes
también porque me molesta
su lloriqueo de eternos inocentes.”
Antonio Gramsci
Se nos acerca otra elección más en México este dos de junio de 2024, algunos sostienen que no se trata de una elección más, que significa decidir sobre el futuro de este país y tal parece que no solamente para los próximos seis años. Lo cierto es que, cuando estamos cerca de las elecciones uno de los grandes problemas es que acuda la población a votar, la historia nos ha enseñado que mucha de las ocasiones quien resulta ganador es la indiferencia de la población, la falta de participación, la ausencia de presencia de los votantes en las urnas, pero no solo esa indiferencia es la triunfante, sino que siempre va acompañada de la depredación de otros, por ello es que, siempre que estamos en tiempos de elección la disputa se da: “Entre depredación e indiferencia”.
En el año de 2018, se tuvo la oportunidad de publicar un libro denominado: “Entre depredación e indiferencia”, (Pármenas, Puebla, 2018), prologado por el sacerdote católico Alejandro Solalinde Guerra protector de los migrantes y que en ese tiempo constantemente denunciaba algo que hoy es tan habitual, es más, que ya no es noticia; el tratamiento que reciben los inmigrantes, los dramas que viven por pasar por México que son tantos y tan comunes y rutinarios que, desafortunadamente ya no son noticia, pero en esos tiempos del 2018, sostenía el prologuista de ese libro que, algunos de esos migrantes eran detenidos por la delincuencia organizada y hasta la piel les era sustraída para realizar operaciones quirúrgicas con ella, como si se trata de una especie de materia prima para esas operaciones en Estados Unidos de América. (Solalinde, Alejandro y Minera, Ana Luz (2017). Solalinde Los migrantes del sur. México: lince.)
Hoy estamos en las mismas condiciones que hace seis años, pero en otras elecciones, y que pareciera que no aprendemos que el acudir a votar es un derecho de los ciudadanos, no es una dadiva del Estado, ni es una bendición, se trata de un triunfo de las luchas que enfrentaron generaciones pasadas y que lograron precisamente esas victorias ante el sistema, ante el Estado, ante las autoridades de aquellos tiempos, que tuvieron que reconocer ese derecho al voto, por ello es que, no cabe actualmente la indiferencia de no acudir a votar, ya que sería la derrota de esas generaciones que lucharon tanto tiempo por lo que hoy tenemos.
Pero, la indiferencia sigue subsistiendo, en elecciones pasadas el pretexto es que coincidían las elecciones con algún partido de fútbol de la selección nacional, afortunadamente en esta ocasión es intrascendente si coincide o no por el pésimo rendimiento que tiene la selección de fútbol, incluso que vergüenza debía de dar que, no pudo ni acudir a las olimpiadas a representar a México la selección de ese deporte que es el más popular del país.
Independientemente de esa situación, sigue subsistiendo la indiferencia, qué porque ya ganó uno o una o bien, porque ya lo tiene perdido el otro o la otra, porque habrá riesgo de violencia, porque hace calor, porque está lejos la casilla, porque es muy tardado, porque no se organizan los funcionarios correctamente, etc., es decir, siempre hay un pretexto para no acudir a votar, sin valorar lo que representó a nuestras generaciones pasadas el llegar a gozar de ese derecho, que muchos de nosotros lo tenemos nada más por haber nacido en México, así de fácil, pero como lo que no cuesta no se valora, por ello es que, caemos en la indiferencia.
Esto no es exclusivo de México, es un problema de las democracias en el mundo, en algunas naciones lo que establecen son sanciones por no acudir a votar, para estimular que las personas acudan, tal es el caso de no poder tramitar un pasaporte, por ejemplo en Argentina, pero eso no evita la indiferencia ante la política para gran parte de la población.
Antonio Gramsci, periodista, escritor, luchador social italiano que después de su estadía en la cárcel murióinmediatamente a su salida, sostenía que a quien más odiaba era a los indiferentes, que solamente se lamentan de su situación, pero sin hacer nada al respecto: Esa es la indeferencia que esperemos que en esta ocasión del 2 de junio de 2024, sea la derrotada en las elecciones. (Web: parmenasradio.org)