
¿Toda actividad remunerada es un trabajo?
Silvino Vergara
“La adiáforización es el proceso por el
cual las acciones se vuelven
moralmente neutras.
Se actúa sin preguntarse por las
consecuencias humanas de los actos.”
Zygmunt Bauman
“Para Eichmann,
la ley era la ley, y
la ley debía cumplirse.”
Hanna Arendt
En este mundo del consumo, que lo que importa es consumir para el día de hoy, sin importar lo que suceda mañana, ni las consecuencias de los medios empleados para obtener estos recursos económicos para consumir, es el pensamiento que ha provocado la angustia de mujeres y hombres de todas las edades por buscar un trabajo, un empleo que brinde los recursos económicos para poder consumir, y cada quien en la medida de sus posibilidades.
Así, como todos somos consumidores, se requiere en este mundo, buscar la forma de contar con recursos económicos a cualquier costo, y por cualquier medio, sin importar que se tenga que hacer o cómo se deba de llevar a cabo ese trabajo, y esa es la fractura de la humanidad actual.
Ante la angustia de poder adquirir los bienes suficientes para consumirlos, porque muchas de las ocasiones no resultan indispensables, no son necesarios, pero se siente la impotencia de no contar con esos medios para obtenerlos, es que se buscan a toda costa esos empleos y trabajos que permitan obtener esos recursos, por ello es que hoy un empleo, un trabajo ha perdido su naturaleza de comprender que los trabajos, un empleo son para hacer el bien, sobre todo a la humanidad, así un buen empleo es el de un médico o una enfermera que va a cuidar la salud de los pacientes, un empleado de un taller de una fabrica que va a procesar un producto para su uso correcto para la humanidad, eso es lo que debería considerarse un empleo, esto es que se tenga conocimiento pleno de la consecuencia del mismo, pero esto ya no es así.
El caso más emblemático en los últimos tiempos que se tiene registrado al respecto de esta problemática en que lo importante es tener un trabajo, un empleo para tener recursos económicos y poder disponer de ellos, sin importar si el trabajo que se lleva a cabo es correcto, es bueno para la sociedad, etc.
Para muestra, lo que sucedió con general nazi Adolf Eichmann, que fue juzgado mucho después de finalizada la guerra mundial, esto es en 1960, por haber sido el organizador de la selección de los judíos que se reclutaban para depositarlos en los campos de exterminio, siendo su defensa que simplemente estaba haciendo su trabajo, es decir el cumplimiento de su labor, sin importar las consecuencias del mismo.
Y esto mismo se repitió en la historia con los soldados vigilantes del muro de Berlín, que en los tiempos en que estuvo funcionando, llegaron al extremo de matar a los que intentaban atravesarlo, de nuevo simplemente por el cumplimiento de su deber, es decir, estaban haciendo su trabajo, sin importar las consecuencias de este, lo importante era contar con un empleo que les de esos recursos económicos para consumir.
Desafortunadamente, esto no ha desaparecido, no obstante esos juicios en donde se castigó severamente en el caso del general Eichmann con la pena de muerte y a los soldados guardianes del muro con pena de prisión por los homicidios cometidos, no fue suficiente para considerar que un trabajo, un empleo debe de considerarse el uso de esos conceptos, siempre y cuando esa labor sea buena o correcta, así, si nos contratamos como profesores es porque haremos algo bueno que es brindar conocimientos a los demás, o bien, si nos contratamos como reporteros, es porque se van a brindar noticias que permitan mantener informada a la población, etc., sin embargo, pareciera que esto ya no es así desde hace mucho tiempo en el mundo occidental.
Y es que si observamos a los profesores, muchos de ellos, sin vocación y sin interés alguno en su trabajo, simplemente hacen su trabajo, sin considerar cuales son las consecuencias de ello, más que para ellos, contar con los recursos para consumir, y esto no es lo único, algo más grave son los narcotraficantes, los miembros de los grupos de la delincuencia organizada, ¡ese es su trabajo!, sin considerar que esa labor, no es nada productiva para la humanidad, al contrario, no puede denominarse como un empleo, como un trabajo, porque todo lo que se hace es en contra de la subsistencia de la paz social.
Pero, las cosas no quedan allí, también se asume que eso sigue sucediendo con los policías, con sus arbitrariedades de costumbre, o bien, los miembros del ejercito de nuestras naciones que siguen matando a sus conciudadanos. Incluso, hasta los simples agentes de tránsito, o los que vigilan, por ejemplo, los parquímetros actualmente, sancionan al ciudadano común, por nimiedades: “te pasaste de la raya”, “se estacionó incorrectamente” y después, sostener que “ese es su trabajo”, sin analizar cual es la consecuencia de sus actos, que es de todos conocido que consiste en reunir la cuenta para el jefe o para el rendimiento de las infracciones que hay que levantar por promedio al día, no es otra cosa más que la descomposición de los seres humanos, la descomposición que nos ha llevado a una sociedad cada vez más violenta, porque simplemente somos, como lo decía el sociólogo avecindado en Inglaterra Z. Bauman: “adiáforicos”, es decir, éticamente neutros en nuestros empleos, no nos interesa, ni nos ponemos a pensar, si lo que hacemos en nuestra vida laboral beneficia o perjudica a la humanad, hoy eso es lo de menos, ya no pensamos, solamente consumimos. (Web: parmenasradio.org)






