¿Cerrar autopistas es la única alternativa?
Silvino Vergara Nava
“La sociedad ya no está protegida
por el Estado, o por lo menos, difícilmente
confía en la protección que este ofrece;
ahora se halla expuesta a la voracidad
de fuerzas que el Estado no controla.”
Zygmunt Bauman
La segunda semana de febrero de 2024, nuevamente nos encontramos con las noticias de lo que se ha vuelto ya una regularidad; el cierre de autopistas, impedir la circulación regular en las mismas, que se debe a los periódicos reclamos de organizaciones sociales, en particular fue el caso de los transportistas y sus agremiados, por la falta de vigilancia y seguridad en las carreteras de la nación y, que los afectados son los servicios de transporte, desde los que corresponden a carga de mercancías, como de personas, causado por muchas razones, una de ellas se debe a la desaparición de la policía de caminos y la entrada de la guardia nacional que, desafortunadamente, no ha contenido estos problemas de asaltos, robos, homicidios, desaparición de personas, etc.
Lo que resulta muy preocupante es que el cierre y toma de carreteras se ha convertido en la única alternativa de las organizaciones sociales para exigir sus derechos, como sino existieran otras alternativas para acudir a reclamar el cumplimiento de sus derechos, esto en las instancias jurisdiccionales y previo a ello el ejercicio al derecho de petición.
En la tercera semana de febrero de 2024, de nueva cuenta, resulta que, se cerró por más de 24 horas el denominado “arco norte”, lo que provocó muchas afectaciones en el transporte de las personas, citas médicas, familiares, de empleo, de negocios, de viajes, de llegar a algún aeropuerto, hospital, conferencia, curso, clase, fueron perdidos, lo mismo sucede con el transporte, en donde se dan las mismas consecuencias, esto es, mercancías perdidas, refrigeración insuficiente de las mismas, animales que deben de ser transportados mueren por el tiempo en esos estancamientos vehiculares, etc., al final, se abre la circulación y no sucede nada, ninguna repercusión, es más, hay ocasiones que se avisa de la existencia de esos paros, como sucede ahora que, se ha anunciado que el día 22 de marzo de 2024, se volverá a cerrar las carreteras por las organizaciones de los transportistas, al no contar con seguridad en las carreteras, cuando es evidente que, cerrar ese tipo de carreteras, autopistas, etc., es un delito, pero como se trata de un reclamo social, pues se está permitiendo que se lleven a cabo esas medidas, lo cual es una muestra de lo que la doctrina le llama como: “Estado ausente”.
En un Estado de derecho, lo que debe de prevalecer es la vigencia de sus instituciones y que las mismas resulten eficaces ante los reclamos y exigencias de los ciudadanos, pero el que se lleven a cabo estas medidas, como son los paros en las carreteras, demuestra que están indudablemente, fallando. La muestra más evidente son las constantes acciones de esta serie de movimientos de organizaciones sociales que llevan a cabo estos paros y cierres de carreteras, que perjudican a la sociedad, es decir, a terceros, al simple ciudadano de a pie.
Pareciera que ha quedado en la historia las marchas y las manifestaciones que se hacían en los zócalos de las ciudades más importantes, como era el caso de la ciudad de México. Hay que recordar que, por esas constantes marchas, el zócalo siempre estaba tomado por organizaciones sociales que, finalmente, eran menos lesivas para la sociedad y para terceros que esta serie de medidas, y que la final, en ambos casos, es decir tomando los zócalos de las ciudades o las carreteras, tienen la misma consecuencia, no sucede nada, se trata de un simple reclamo, una presión, para las instituciones para que, resuelvan su caso, lo cual deja en mal posición todas las instituciones que se han creado para llevar a cabo esas exigencias por la vía formal.
Si bien, es parte de los reclamos que deben de permitirse para evitar que se sostenga que se vulnera el derecho a la libertad de expresión, lo cierto es que, esto no debe de causar daños a terceros, como ya lo está causando constantemente. Se trata de un extremo muy grave: ¿Nadie se pone en el lugar de las personas que se encuentran detenidas en una carretera por 24 horas?
El problema principal es que, las instituciones del Estado, son las primeras que deberían, no de tomar medidas de represión, pero si previo a eso, considerar que se pueden hacer más efectivas sus funciones para evitar estos extremos, que realmente se llevan a cabo porque no hay respuesta a las denuncias, exigencias, reclamos, por la vía de las instituciones del Estado, de la vigencia del Estado de derecho, por lo que, nos topamos con eso que le denominan como: “Estado ausente”. (Web: parmenasradio.org)