Conoce cómo ha evolucionado Puebla durante sus 491 años

“En el Portal Hidalgo estaban unos cajones pintados de azul, de ropa, como casetas de ropa, y ahí vendían artesanías, lo quitaron en la década de los 60s. Me acuerdo, cuando era chica, que íbamos comprando dulces de Santa Clara, artesanías y otras cosas, aquí en el portal”.

–Bailes blanco y negro–

“Recuerdo también los famosos bailes en la Cruz Roja, el Alpha y la Buap en el patio de ingeniería, los bailes de blanco y negro. Las mujeres iba elegantemente vestidas de banco y los jóvenes de esmoquin”.

–Dos cárceles en el Centro Histórico–

El reconocido CIS de San Javier, dijo, anteriormente era una penitenciaria en donde se enseñaba a los presos a elaborar artesanías y hasta mosaicos, mientras en San Juan de Dios, sitio ubicado frente al Templo de Las Maravillas, se resguardaban delincuentes sólo por algunos días.

“Lo que ahora el el CIS antes era la penitenciaria mucho tiempo y a los presos se les enseñaba artesanía y hacían hasta mosaicos, piso y todo, posteriormente se acabó y se los llevaron al cereros. San Juan de Dios, era otra cárcel y al delincuente sólo lo llevaban por uno o dos días, es lo que ahora esta frente al Señor de las Maravillas”.

–Fiestas profanas y religiosas–

“Las famosas fiestas, una profana y otra religiosa, en barrios. Me acuerdo que en La Luz anunciaban la fiesta de Nuestra Señora de La Luz el 25 de Mayo e iban unos matachines que iban bailando en las calles, me daban miedo, pero así eran los barrios. En otros habían carreras de costales, box, entre otros”.

–Combate de Flores de las élites–

Durante las décadas de los 50 y 60, las familias concentradas en el Centro Histórico, aquellas consideradas de élite, refirió, paseaban a las señoritas encima de los cofres de sus autos para que los jóvenes ofrecieran flores con educación y romanticismo, una de las costumbres más recordadas en la capital poblana.

“Estaban colonias como Santa María, América Norte y Chulavista, ahí terminaba la ciudad, pero acá en el Centro vivían las personas de las principales élites. Las hijas de los ricos que tenían carrazos iban encima del cofre ofreciéndole flores tanto jóvenes como señoritas ofrecían, pero con educación y romanticismo en la década de los 50s y 60s. En la mañana era el desfile y en la tarde-noche el Combate de las Flores”.

“También los desfiles aquí en Reforma y yo participe con el Centro Escolar el 5 de mayo en el estadio Zaragoza en los famosos mosaicos. Nos llevaban a esos festivales para a completar los mosaicos que se hacían en los estadios”, concluyó.