Curiosidades que quizás no sabías del Panteón Municipal de Puebla
Gisela Tellez Guevara
Puebla, Pue.- Un total de 300 tumbas del Panteón Municipal de Puebla están catalogadas como Monumentos Históricos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debido a sus herrajes franceses y esculturas de los siglos XIX y XX.
Dicho cementerio, el más grande de la capital poblana, se fundó en 1880 sobre terrenos del antiguo Rancho de Agua Azul y, a la par, el resto de camposantos ubicados en atrios de iglesias de la ciudad fueron clausurados: Xanenetla, San Francisco, San Javier, San Antonio y El Carmen; terminando así con dicha tradición.
La primera persona inhumada fue María Merced Huerta, una niña que falleció en un incendio el 5 de mayo de 1880, día de la apertura del sitio, de ahí que es la única tumba que se encuentra en la calzada central con una placa que refiere que nació el 30 de abril de 1880 y falleció cinco días después.
Existen más de 33 mil tumbas, entre ellas, de exalcaldes, combatientes de la Batalla 5 de Mayo, familias poblanas destacadas y por un tiempo los hermanos Serdán, una vez que sus restos fueron retirados y resguardados en otros sitios.
Sobresalen miembros de la familia Bello, Juan Crisóstomo Bonilla y Altagracia Calderón, mejor conocida como “La Charra”, quien participó en la Batalla del 5 de Mayo y murió el 27 de octubre de 1917.
Además, Julio Glockner, considerado un luchador social y Samuel Margarito Lozano Blancas considerado el padre del corrido mexicano y de la canción popular, ya que compuso temas como “La vida infausta”, “Mi bello Tampico”, “Los combates de Celaya”, “El cuartelazo felicista”, “La muerte del general Francisco Villa”, entre muchas otras.
Recientemente, desde el 22 de noviembre de 2021, el periodista, conductor y director de noticias conocido por su programa de radio “Buenos Días con López Díaz” descansa también en el Panteón Municipal.
Sobre las historias y leyendas que se cuentan del histórico inmueble, sobresale el mismo caso de María Merced que, según los trabajadores del camposanto, ronda por las secciones, además, de otros niños que se escuchan reír y jugar.
