El español Jon Rahm se marcha del Masters ilusionado con una última ronda de ensueño
El español Jon Rahm se mostró este domingo satisfecho con su actuación en el Masters de Augusta, al que llegó a última hora por el nacimiento de su hijo, y con una última ronda que le motiva para alcanzar en un futuro cercano la chaqueta verde.
“Por supuesto que estoy contento. Sigue siendo un (puesto) Top 5 en un ‘Major’ con una gran ronda en un domingo”, dijo Rahm tras firmar un último recorrido de 66 golpes, seis bajo par, que se perfilaba como el mejor del día.
“Son unas 15 rondas consecutivas de par o mejor aquí. Está claro que me gusta el sitio. Juego bien aquí. Mi año se acerca. Esperemos que sea pronto”, afirmó el actual número tres del ranking de la PGA.
A sus 26 años, Rahm protagoniza una fulgurante carrera en la que ya ha sido número uno mundial pero que todavía no ha podido coronar con un triunfo en un torneo de Grand Slam.
En Augusta, donde fue cuarto en 2018 y séptimo en 2020, registró tres rondas seguidas de 72, el par del campo, guardándose su mejor golf hasta la jornada final, en la que ascendió hasta el quinto puesto con un total de 282 golpes, seis bajo par.
Aunque había comenzado la jornada a 11 golpes de distancia del líder, el japonés Hideki Matsuyama, Rahm reconoció que una luz de esperanza se le cruzó cuando arrancó la ronda con un birdie y un eagle.
En el hoyo 12, Rahm firmó el tercero de sus cuatro birdies justo cuando Matsuyama arrancaba su recorrido.
“En ese momento pensé, estoy cinco golpes abajo. Si hago birdies en el 13 y 15 y él no tiene su mejor segunda parte, de repente estoy en la pelea”, recordó.
“Pero yo salí a jugar para hacer la mejor ronda para mí. Nunca pensé realmente que fuera a haber una opción a menos que yo hiciera una puntuacion de récord, como nueve o 10 bajo par”, explicó.
– Con la paternidad, “la decepción dura menos” –
Rahm arribó el miércoles a Augusta después de acompañar a su esposa, Kelley, en el nacimiento de su primer hijo el pasado fin de semana y apenas pudo practicar medio recorrido antes del inicio del torneo.
La participación del golfista de Barrika (País Vasco, norte) llegó a estar rodeada de incertidumbre ya que, como había advertido, podía abandonar abruptamente Augusta si el nacimiento ocurría durante el torneo.
Después de una correcta primera jornada, en la que apenas 12 jugadores pudieron bajar del par, Rahm decepcionó en las dos siguientes al limitarse a igualar el par del campo.
“Los tres primeros días no pude hacer nada. Hoy ha sido todo lo contrario. Empecé como empecé, y eso marcó la pauta para el resto de la ronda”, apuntó.
“Así es el golf. ¿Qué voy a hacer? También me presenté aquí el jueves sin pegar un golpe en seis días, he dormido muy poco. Para ser honesto, no esperaba jugar tan bien como lo hice al principio”, afirmó.
El español también reconoce que la llegada de su hijo Kepa le ha ayudado a relativizar estos contratiempos deportivos.
“Digamos que la decepción después de la ronda dura mucho menos. Termino de jugar y recibo una foto de (mi esposa Kelley) y no importa lo que haga, si golpeo 80 o 65, es la misma sensación. Como que te olvidas, y vuelvo a ser un padre”, relató.
“Es un gran momento en nuestra vida. A los 26 años tener la vida que tenemos, es increíble, así que sí, aligera mucho el ánimo”, señaló. “Puede que no sea tan intenso como lo hubiera sido en otra semana, lo cual es beneficioso”.