Puebla
Expectación y nubes en el eclipse anular de sol
Liliana Tecpanécatl
La Asociación Nacional de Eclipses México, se preparó desde hace tres años para el eclipse anular de sol que se registró este sábado 14 de octubre. Con lo que científicos, aficionados, estudiosos y público en general no contaban, es que estaría nublado.
Y como dónde manda capitán, no gobierna marinero, tocó disfrutar de este espectáculo, en medio de un cielo encapotado. Aún así, decenas de familias se reunieron en las diferentes sedes habilitadas en el estado, para observar este fenómeno de manera segura.
Santiago fue uno de ellos. Acudió a una de las sedes en dónde pudo armar una caja con cinta y papel aluminio para poder observar el reflejo del sol, siendo invadido por la luna. Con 9 años, su expectativa sobre el eclipse era muy alta.
“Sí se ve padre, es la primera vez que veo un eclipse así, pero yo esperaba que se oscureciera todo, lo ví en las gafas, y pues, bien”.
Lo mismo ocurrió con Beto. Toda la semana previa al eclipse esperó el sábado para verlo y al final, se sintió algo desencantado. También fue la primera vez que atestiguó un fenómeno de este tipo, tiene 6 años.
“Vine a ver al eclipse, todo chido, ya había visto una caricatura sobre eso y yo no lo sabía, antes no lo sabía pero ahora ya lo sé, estaba emocionado, no fue tanto lo que me imaginaba, pero sí me gustó, fue como una luna naranjita”.
Y es que algunos de los padres de hoy, fueron niños en 1991 y en aquel entonces, en Puebla los astros ofrecieron un magnífico espectáculo, que marcó la memoria colectiva de toda una generación. Así que desde luego, ahora las expectativas eran muy altas.
“Muy padre que los hijos tengan la experiencia de verlo, a diferencia del otro que ese fue total, la verdad es que de todos modos también está muy padre”. Tere Velázquez.
“En el 91 sí fue más impresionante porque realmente se oscureció, ahorita pues está nublado y no hay mucha expectativa de que llegue a oscurecerse totalmente, le decía a mi hijo que nos tocó en unas vacaciones y sí los gallos y todo comenzaron a cantar, hubo un comportamiento diferente en los humanos y también en nosotros”. Susana.
Otra diferencia importante en esta ocasión, es que ahora la comunidad científica de todo el país se organizó para establecer sedes en las que este fenómeno pudiera observarse de manera segura, con gafas especiales y telescopios dotados de los filtros necesarios para evitar daños en la vista.
