Invisibilizar violencia contra mujeres con discapacidad agrava el problema
Puebla, Pue.-En México no hay datos oficiales sobre la violencia que sufren las mujeres con discapacidad, lo que minimiza o invisibiliza la gravedad del problema; esto imposibilita la formulación y aplicación de medidas para prevenirla y erradicarla, aseguran diversas organizaciones —como Human Rights Watch o Yo también— que trabajan en favor de los derechos de las personas con discapacidad.
Pese a la ausencia de una estadística nacional, se sabe, de acuerdo con un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas, que “las niñas y mujeres jóvenes con discapacidades enfrentan hasta 10 veces más violencia de género que aquellas sin discapacidades”.
La sociologa Míriam Arenas señala en la investigación Una Mirada Interseccional a la Violencia contra las Mujeres con Diversidad Funcional que las mujeres con discapacidad “se enfrentan a formas específicas de abuso, a las que habría que sumar el resto de tipos de violencia al que está expuesta cualquier otra mujer”.
Arenas explica que esas formas de violencia específicas tienen que ver con que éstas pueden ser perpetradas en entornos y por agresores más diversos, ya que las agresiones pueden proceder no sólo de una pareja sentimental, sino de personas que se encargan de los cuidados personales que algunas mujeres requieren; como familiares, profesionales de la salud, de la educación o de los servicios sociales, así como compañeros de los centros hospitalarios y/o residenciales.
Estas violencias pueden materializarse de manera activa (abuso físico, emocional, sexual y económico) y pasiva (abandono físico y emocional), según la Guía sobre violencia y mujer con discapacidad, referida por la especialista.
Un gran problema para atender estas violencias es que las medidas para contrarrestar la violencia de género se piensan sólo para un tipo de mujer, excluyendo así a mujeres con otras condiciones, expone la directora ejecutiva de Equis: Justicia para las mujeres, Ana Pecova, en una entrevista para Yo También.
Por ejemplo, algunas investigaciones de Human Rights Watch y del Instituto Nacional de las Mujeres concluyen que la mayoría de los refugios para víctimas de violencia son poco accesibles para las personas con discapacidad.
Hace un par de semanas diversas organizaciones de derechos humanos enviaron al Senado de México unas recomendaciones para reformar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con lo cual se busca que se incluya y garantice la protección de mujeres con discapacidad que son víctimas de violencia.
Entre los sugerido por las organizaciones se encuentra la promoción de la cultura de la denuncia de la violencia en formatos accesibles y la recopilación de datos sobre mujeres violentadas que presenten alguna discapacidad.
Con información de Julio Sandoval
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