Internacional

Japón utiliza reserva estratégica de arroz para combatir la alza de precio

14 febrero, 2025 11:03 am

El gobierno japonés decidió desbloquear su reserva estratégica de arroz para frenar el persistente aumento de precios de este alimento básico en la cocina del país.

Como Estados Unidos en el caso del petróleo, Japón dispone desde hace casi 30 años de una reserva de arroz para situaciones de urgencia como malas cosechas, desastres meteorológicos o terremotos.

Sin embargo, es la primera vez que el gobierno recurre a esa reserva debido a las tensiones en el precio de este cereal indispensable en la dieta japonesa.

Una mala cosecha en 2023 y problemas de distribución en 2024 provocaron en diciembre un aumento del precio del arroz de 64,5% interanual, un récord en casi medio siglo.

El ministro de Agricultura, Taku Eto, anunció el viernes que iban a colocar en el mercado unas 210.000 toneladas de arroz procedentes de estas reservas.

El precio medio final de un saco de cinco kilos era de 3.688 yenes (24 dólares), contra 2.023 yenes un año antes, señaló en febrero un informe gubernamental.

Un gasto adicional para los consumidores, enfrentados a una inflación persistente (+3% en diciembre, sin contar los productos frescos).

“Compro arroz mucho menos a menudo que antes ya veces desisto de la idea de comprar en cuanto veo el precio. Mis padres me mandan arroz, así me las arreglo”, dijo Eriko Kato, un habitante de Tokio de 41 años.

Aumentar los beneficios

Para frenar el aumento, el gobierno recurrió a una nueva reglamentación sobre la reserva estratégica de arroz, creada en 1995 dos años después de que una mala cosecha provocara una grave escasez ya su vez largas colas en los supermercados de las personas buscando proveerse de este ingrediente.

En un inicio, el gobierno solo podía recurrir a este fondo en caso de mala cosecha o catástrofe, pero la nueva reglamentación aprobada en enero permite hacerlo en caso de problemas en la distribución.

La subida de los precios se debe en parte al aumento del consumo vinculado al incremento del turismo y, sobre todo, a una compra masiva en agosto tras una alerta de “mega sismo”, explicó Masayuki Ogawa, profesor en la universidad de Utsunomiya.

Por el lado de la oferta, el gobierno apostaba a la cosecha del otoño de 2024, después de las malas cosechas de 2023, para estabilizar los precios, cosa que no sucedió.





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