Kristen Stewart, Lady Di y la catarsis
Kristen Stewart comenzó su carrera en Hollywood muy temprano y como en cualquier industria, los lugares de prestigio son sumamente competidos y de particular dificultad para las mujeres, sin embargo, ella siempre demostró temple y resiliencia, algo que pareció tambalear luego de que, como a muchos otros actores, su más reconocido papel cinematográfico resultara también un estigma que lucharía por atenuar a lo largo de la siguiente década, darle vida a Bella Swan, protagonista de la saga Crepúsculo, le costó el encasillamiento profesional y el escándalo mediático.
Después de la primera película de la saga vampírica, Kristen se enfrentó a la opinión del público que veía en ella al personaje acartonado de Bella, quien en los libros ostenta una supuesta frialdad y desapego que se le imputo a Stewart como su personalidad, sin embargo, su interpretación de un personaje tan gris como Bella Swan nos indica su talento actoral que ha relucido en la más reciente entrega del director Pablo Larraín, Spencer, una historia sobre uno de los momentos más cruciales en la vida de Diana Spencer, mejor conocida como Lady Di, la mítica mujer que vivió en carne propia el escarnio público, la presión de ser parte de la realeza y el rechazo de su esposo, Spencer, retrata los días catárticos en los que Diana decide vivir su propia vida y enfrentarse al mundo más allá de su imagen de santa y princesa mártir, una historia que desde su muerte en 1995 ha fascinado a la cultura popular.
De todas las actrices que Hollywood ha coronado como “grandes intérpretes”, Kristen Stewart no era la primera opción del público en general para retratar el rostro de infinita empatía y caridad que los medios de los ochenta y noventa dibujaron sobre la imagen de Lady Diana y con el gran éxito de The Crown y Emma Corrin como una Diana joven que ve sus sueños lentamente desaparecer, Kristen se ve de cara con un reto mayúsculo, no solo es Diana un personaje altamente estimado, también sus intérpretes anteriores han fallado en cierta medida en ilustrarle de la manera en que el público y los medios la han romantizado, tal es el caso de Naomi Watts que en 2013 se aventuró a protagonizar “Diana” un filme que retrata los últimos días de la princesa y el rechazo de su nueva forma de vida de parte de la nobleza y el público más conservador, aunque interesante, la propuesta no cautivó al público ni a la crítica, se percibió como artificialmente oscura, un lado que los espectadores no estaban listos para ver de Lady Di.
Aún queda por ver la interpretación de Elizabeth Debicki en The Crown quien nos presentará a la princesa de Gales en el periodo en que Spencer se sitúa, Elizabeth es una excelente interprete y conserva un parecido físico muy bueno con Diana; un reto que antes de Spencer era grande se ha tornado gigante ya que en un giro impredecible la crítica y el público en el festival de Venecia de este año le ha dado una ovación de pie de cinco minutos a Spencer y a Kristen Stewart, una actriz que muchos consideraron limitada y carente de expresión, ahora recibe halagos por su vivencial e impoluta interpretación de Diana, ha logrado dar la vuelta de una declive que muchos actores no pueden superar.
Tendemos a pensar en los actores como celebridades y olvidamos que son profesionales que deben competir por su prestigio y que la calidad como intérprete es algo sumamente costoso, no económicamente, sino laboralmente, conseguir los papeles adecuados, la promoción correcta y entregar un producto de calidad que sea entretenido, artísticamente rico y memorable es muy complicado en una disciplina del arte que ha sido continuamente desvirtuada a lo largo de las últimas décadas, enfrentarse al ojo público hace el proceso aún más difícil y nos predispone a reconocer al actor como artificial entre más grande sea el presupuesto de la película.
Para Kristen Stewart las mieles del éxito no se acabaron con Crepúsculo, apenas comienzan con Spencer, cinta que ya la perfila a las premiaciones y al codiciado Oscar; de la misma forma deseamos ver a Robert Pattinson arrebatarnos el aplauso con su interpretación de Batman y esperamos ver a más actores renacer de las cenizas y llenar el gran hueco de buenos papeles, buenas interpretación y buenas historias.