Llegamos al “antes que nunca”
Irma Sánchez
Usted se había imaginado la presencia del gobernador del estado de Puebla en turno en el Seminario Palafoxiano y formando parte del Comité organizador de la Procesión del Viernes Santo ¿?
No, nunca
Ni cuando pisó estas tierras el Papa Juan Pablo II el 28 de enero de 1979.
Definitivamente éstos son otros tiempos, han pasado ya 44 años y las condiciones han cambiado, hay una evolución.
Hay que tener en cuenta hoy el impacto y la trascendencia de éste acto religioso coordinado por la Universidad Popular desde hace 31 años, la cual trae a miles de católicos procedentes de varias partes de la república Mexicana.
La derrama económica que se produce en torno a la procesión, logra oxigenar los negocios sobre todo de servicios y artesanías.
Hoy sólo hay que cruzar los dedos porque los responsables de los parquímetros dentro del gobierno municipal, se pongan las pilas y liberen el viernes santo el control del estacionamiento en las calles, como buenos anfitriones que facilitan las cosas a los visitantes y a todos los que concurren al paso de la procesión.
No es práctico mantener controladas las calles en esa fecha, el viernes 7 de abril y meter en aprietos a los automovilistas que si no controlan la compra de tiempo, se encontrarán sin una placa de su vehículo y con medio metro de papel tubular que da constancia de una infracción que podrán acudir a pagar hasta el lunes para recuperar su placa.
El criterio es el que debe de imponerse en una fecha tan significativa para Puebla y la industria del turismo.
¡No a los parquímetros el viernes 7 de abril!
Día libre como buenos anfitriones.
Todos saldremos ganando, incluso las autoridades.
