Los 54 de Tribuna

Tribuna llegó al año 54 de sus transmisiones.

Generaciones de poblanos recordaron con nostalgia a Enrique Montero Ponce, el hombre de inconfundible voz, espíritu innovador que cada amanecer estaba presente en los hogares, en las fábricas, en los talleres, en el transporte, en los puestos de periódicos, en los amasijos, en las fondas, en los baños públicos, en los hospitales, en las tiendas.

Con su esmerado trabajo el maestro Montero Ponce inculcó a los poblanos el gusto y el hábito de encender el radio antes del amanecer para escuchar las noticias y sus múltiples columnas: “Esquina”, “Las 4 Esquinas”, “Eso no se vale”, “Puebla y los Poblanos”, “La Política”, “Un Minuto”; entre otras que eran esperadas por su audiencia para enterarse de todo aquello que no se podía citar en el formato de la noticia cuando sus reporteras tenían que ser objetivas.

Orgulloso confesaba que su redacción la había integrado conformada por mujeres a las que les confiaba responsabilidad, ética y compromiso. Hilda Luisa Valdemar Lima, Socorro Garate, Pilar Bravo, Silvia de Julian, Gabriela Cruz, grupo que con los años fortaleció con nuevos valores, Alejandra Bautista, Veronica Aburto, Liliana Tecpanecatl, Gisela Téllez.

Como productores enriquecieron su equipo Juan Carlos Valerio Cordoba y Paco de Martín Nuñez. Su publicista estrella Lourdes Hernández.

Hay que recordar que en su primer equipo participaron el mejor reportero de policía de todos los tiempos, José Luis Gonzalez Gallo, Felipe Morales, Efraín Llaguno Mayaudónel reportero que de cada nota y cada comercial hacía un epigrama, Y el inolvidable Mame Couttoenc Osorio en la crónica deportiva.

Su equipo le dio para ganar con su programa el Premio Nacional de Periodismo que promovía la Secretaría de Gobernación, el Premio Nacional de Periodismo del Club Primera Plana y muchos reconocimientos más.

Piezas clave en su equipo, Casimiro Alamilla su chofer por más de medio siglo. Carlos Figueroa su secretario particular  el comandante Erick Contreras su asistente, enfermero, secretario y Viviana Suárez su última secretaria.

Para recordarlo con la dimensión de su obra y aportación al periodismo y la vida de los poblanos, resulta imposible resumirlo en una columna.

Al jefe, al maestro, al amigo, al cómplice de inumerablesbatallas hoy solo me queda decirle ¡Gracias don Henry!

Y “no desperdiciamos ni un minuto la gran aventura de vivir”, frase, recomendación que se convirtió en herencia y legado.