Los desaparecidos, una piedra en los zapatos para el gobierno
Pilar Bravo
María Luisa Núñez, fundadora del Colectivo Voz de los Desaparecidos, volvió ayer a la carga de protestas y demandas en apoyo a madres, esposas e hijas que han perdido a un familiar y que no han sido encontrados ni buscados por las autoridades.
La luchadora social estima que desaparecen en el país por lo menos hasta cinco personas diariamente, cada vez los carteles de búsqueda llenan paredes, postes y lugares públicos, con la esperanza de que haya alguien que reporte el paradero de aquellos que desaparecen sin dejar rastro.
En el caso de Puebla, los padres, sobre todo madres que buscan a sus hijas o a sus hijos, serán siempre una piedra en los zapatos de las autoridades.
Las madres buscadoras con pancartas con las imágenes de personas desaparecidas en Puebla, primero estuvieron en Catedral en la misa dominical del arzobispo Víctor Sánchez y luego realizaron un mitin breve en el zócalo.
Señaló que la Fiscalía General del Estado (FGE), solo emite discursos y entrevistas demagógicas, de corte burocrático, porque en realidad falta interés para investigar los casos de las personas desaparecidas; la lista de personas desaparecidas en el estado de Puebla llega a tres mil.
Lamentó que esa falta de interés de la FGE, se refleje en los largos periodos en que las mamás rastreadoras localizan a sus hijos, muchas veces sin vida, pero aclaró que sí, ella confía en la justicia divina; ella ya lo vivió en que paso más de tres años, sin quitar el dedo del renglón hasta que logró encontrar el cuerpo de su hijo.
Los padres rastreadores tienen un sin número de obstáculos en contra, como el tiempo que se tardan en localizar a sus seres queridos ante la pasividad de la Fiscalía, además de los informes de la policía de investigación que se tarda en llegar a los padres, pero luego se tardan meses para ser integradas a las carpetas de la FGE.
La Fiscalía ha realizado investigaciones para esclarecer las desapariciones y encontrar a algunos familiares, pero es uno en meses, por lo que la burocracia al interior de los Ministerios Públicos, sigue siendo un obstáculo.
Siempre los reportes de personas que no son localizadas no paran, tanto por los nuevos que arriban a la Fiscalía Estado, como al mismo colectivo, derivado del acercamiento de familiares que llegan a contar esta situación, casi a diario.
La policía siempre indica no tener resultados trascendentales, como lo evidencia los tres mil casos desde hace varios años, cuando comenzó la actividad el colectivo, pero los datos oficialistas indican dos mil 500 casos.
