Opinión

Machos

19 julio, 2024 8:01 pm
Eduardo Pineda

La tolerancia es uno de los principales valores que deberían privar en las sociedades humanas, tal vez, la falta de este principio moral es la causa de múltiples guerras, genocidios, holocaustos e infelicidad en todos los aspectos de la vida. Al respecto, Voltaire decía:

Podré no estar de acuerdo con tus palabras, pero daría la vida por defender tu derecho a decirlas”.

En la actualidad, podemos encontrar la intolerancia en casi cualquier lugar: respecto a las creencias religiosas o la ausencia de creencias, las preferencias partidistas en materia política, la afición por uno u otro equipo deportivo, las decisiones vecinales y hasta dentro de la convivencia familiar en el devenir de los días.

Pero, este deterioro social que se muestra a través de la falta de tolerancia y empatía, parece ser que se agrava respecto a las preferencias sexuales; actualmente la homofobia es una de las principales causas de discriminación en el ámbito escolar y laboral; es, también, motivo de agresiones en la vía pública y de descalificaciones en todas las esferas sociales.

Es deseable que, desde ambos lados, exista respeto y aceptación por el otro, recuperar la solidaridad y la comprensión y mantener una sana convivencia en todos los sectores que conforman a nuestras comunidades de seres humanos, dentro de la cuales hemos demostrado que a través de la cooperación y la unión logramos objetivos comunes.

No cabe duda de que la forma de ser y estar que en nuestros días practicamos, nos mantiene en estados de estrés y ansiedad como nunca antes en la historia en la humanidad. Vivimos al límite y competimos casi en todo; las horas del día no alcanzan para cumplir con los estándares laborales que exige el neoliberalismo, el uso acentuado de la tecnología nos aísla socialmente, coarta la conversación y la interacción persona a persona y construye anhelos irreales basados en la moda y el consumo. Todo ello genera un estado constante de irritabilidad y pone a prueba nuestra paciencia, nos convierte en individuos iracundos, frutados e impotentes ante una realidad que se muestra como un gigante de deseos insatisfechos.

Miguel Campos, en su nueva novela “Machos”, usa como estandarte del exhorto a la tolerancia las preferencias sexuales y muestra una imperativa necesidad de convivir en la armonía que la comprensión y la aceptación nos debe proporcionar. Con su estilo único que sobre pasa la exquisitez narrativa, Miguel nos adentra en la vida de varios sectores sociales, en los cuales podemos ver representados algunos de los fenómenos que en siglo XXI se han volteado a ver con mayor énfasis y contra los cuales versan estudios y movimientos de lucha y protesta: el machismo y la homofobia.

Eduardo Pineda

eptribuna@gmail.com





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