Matthias Mayer gana el supergigante y agranda su leyenda olímpica
Tras hacerse el lunes con el bronce en el descenso, el austríaco Matthias Mayer ganó este martes el oro en el supergigante de los Juegos Olímpicos de Pekín-2022, renovando el título ganado en la prueba en Pyeongchang-2018.
Con un tiempo de 1 minuto, 19 segundos y 94 centésimas, el esquiador austríaco de 31 años quedó delante del estadounidense Ryan Cochran-Siegle, al que solo aventajó en 4 centésimas, y del favorito noruego Aleksander Aamodt Kilde, número uno mundial de descenso y de supergigante, que quedó a 42 centésimas.
El austríaco agranda un poco más su leyenda, con su tercer oro olímpico, y su cuarta medalla, tras el oro logrado en descenso en Sochi-2014.
No pensaba en ganar un tercer oro, solo pensaba en la prueba. Fue una gran carrera. Sienta muy bien escuchar el himno nacional en la entrega de medallas”, dijo Mayer.
El austríaco reconoció que el hecho de haber ganado la víspera el bronce en el descenso le sirvió para ir más relajado en el supergigante.
Son unos Juegos Olímpicos, y mi mente estaba en su importancia. Es divertido esquiar aquí e intentarlo. El lunes, la medalla de bronce en el descenso me dio un empujón anímico para la prueba de hoy. Estoy feliz, estaba muy concentrado para el supergigante y bastante relajado mentalmente. Tenía que empujar fuerte”, relató el austríaco.
Curiosamente ese brillo olímpico no ha tenido continuación en los Mundiales, donde tiene como mejores resultados en cinco ediciones un cuarto puesto (2015), un quinto (2013) y un sexto (2021) en supergigante y un quinto en descenso (2019).
– Señor Juegos Olímpicos –
Creo que es el señor Juegos Olímpicos. Y es un tipo fantástico”, afirmó su compatriota Vincent Kriechmayr, actual campeón del mundo de supergigante y de descenso, quinto este martes.
El esquiador austríaco es hijo de Helmut Mayer, plata olímpica en supergigante en Calgary-1988.
Mayer se convierte en el tercer esquiador alpino en ganar un oro en tres ediciones diferentes de los Juegos Olímpicos tras el noruego Kjetil Andre Aamodt (supergigante 1992, 2002, 2010) y la italiana Deborah Compagnoni (supergigante 1992, gigante 1994 y 1998).
Acostumbrado a los podios de la Copa del Mundo (41), Mayer fue el aguafiestas del duelo esperado entre Kilde y el líder de la clasificación general de la temporada de esquí alpino, el suizo Marco Odermatt, que se han repartido los cinco supergigantes de este invierno.
Pero Marco Odermatt, prodigio del equilibrio y capaz de sobreponerse a todos los riesgos que toma, cometió esta vez un error y no pudo terminar el recorrido.