Médico de cabecera de Maradona rechaza responsabilidad en internación domiciliaria
El neurocirujano Leopoldo Luque, médico personal y principal encargado de la atención de Diego Maradona, rechazó haber tenido la responsabilidad de la internación domiciliaria previa a la muerte de la leyenda del fútbol, al declarar este lunes ante la Fiscalía argentina que lo indaga.
“Luque no tiene nada que reprocharse. Lo que él dijo fue simplemente que siempre se ocupó de la salud de Maradona y cada vez que lo llamaron por alguna particularidad fue y lo asistió. Él fue su médico de cabecera, pero no estaba a cargo de la internación domiciliaria”, afirmó el abogado defensor Julio Rivas, al término de la audiencia en la fiscalía de San Isidro, 25 kms al norte de Buenos Aires.
Según los abogados de Luque, la responsabilidad de la internación de Maradona en una casa alquilada en la que finalmente falleció recae en dos empresas privadas prestadoras de servicios de salud.
Además, a contracorriente de un lapidario informe elaborado para la fiscalía por 20 peritos forenses, los abogados aseveraron que no había estudios médicos que mostrasen problemas cardíacos en Maradona.
“La junta médica tomó antecedentes médicos de hace 20 años”, criticó Rivas, al afirmar que Maradona se hizo cuatro chequeos generales entre 2019 y 2020 que incluyeron estudios cardiológicos y “en todos dijeron que estaba perfecto”.
Ante la fiscalía, Luque pidió este lunes la conformación de una nueva junta médica.
Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, dos semanas después de salir de la clínica Olivos, a las afueras de Buenos Aires, donde había sido operado con éxito de un hematoma subdural en la cabeza.
En el pasado, el astro del fútbol había tenido varios problemas de salud, así como adicciones que lo llevaron a ser internado en dos ocasiones. En los años recientes había dejado la cocaína, pero no había superado una adicción al alcohol.
En el momento de su muerte cursaba una internación domiciliaria en una casa alquilada cerca de la de Giannina Maradona, una de sus hijas.
– Sospechosos de homicidio –
Luque, de 39 años, y quien además de su médico personal se considera su amigo, respondió preguntas de los fiscales durante unas cuatro horas.
Fue el último de un grupo de siete trabajadores de la salud en prestar declaración indagatoria ante la fiscalía que los investiga como sospechosos de “homicidio simple con dolo eventual”, un delito que contempla de 8 a 25 años de cárcel y que supone que alguien eligió no modificar su accionar pese a saber que puede derivar en un desenlace fatal.
Luque fue señalado como el conductor del tratamiento de salud del excampeón mundial en México-1986, junto a la psiquiatra Agustina Cosachov.
Pero Mara Digiuni, de su equipo de defensa, resaltó este lunes que “la internación domiciliaria (de Maradona) no fue por su estado de salud, fue por su condición de adicción al alcohol. El alta se la dio la clínica”.
De prosperar la acusación, la causa puede demorar varios años en llegar a juicio oral.
“No tengo miedo de ir preso”, dijo Luque en una entrevista poco después de iniciada la investigación sobre la muerte de Maradona.
“Siento orgullo de lo que hice, jamás me despegué de Diego y traté de ayudarlo”, afirmó.
– “No abandono a nadie” –
Maradona murió de una crisis cardiorrespiratoria, solo y “abandonado a su suerte”, tras una “agonía de 12 horas”, en su habitación, de acuerdo al informe de los peritos forenses.
“Yo no abandono a nadie. Yo asumo un compromiso y voy hasta donde tenga que ir para ayudar. Si yo lo dejaba a Diego, él se quedaba solo. Si lo dejaba, me cuidaba yo y a mi familia que ahora está sufriendo por esto. Pero yo elegí continuar y ayudar a un paciente que necesitaba ayuda. Fue una elección mía como médico”, afirmó Luque en la entrevista.
El neurocirujano había sido contactado tiempo antes para tratar la dificultad para dormir de Maradona, que llevaba años sufriendo problemas de insomnio, por lo que se excedía en el consumo de ansiolíticos y tranquilizantes que a veces combinaba con alcohol, según cercanos.
Exestrella del Barcelona FC y del Napoli de Italia, Maradona se había radicado nuevamente en Argentina en 2019, cuando asumió la dirección técnica de Gimnasia y Esgrima La Plata.
La última vez que se le vio en público fue el 30 de octubre de 2020, cuando acudió al estadio de Gimnasia para un breve homenaje por su 60 cumpleaños. Allí se le notó un importante deterioro físico, con dificultades para hablar y caminar.
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