PYMES y el primer emprendimiento
El 27 de junio se celebra el día internacional de las Pequeñas y Medianas Empresas, con la finalidad de reconocer la importancia del papel que tienen en el desarrollo sustentable y la necesidad que apremia de facilitarles el acceso a créditos y financiamientos.
Las PYMES son una parte fundamental en la economía del país, de acuerdo con el INEGI alrededor de 4.1 millones de empresas en toda la república son PYMES, éstas aportan un 52% del PIB y generan el 72% de los empleos en México.
Aunque lo más complicado para las Pequeñas y Medianas Empresas es poder conseguir financiamiento, su gran versatilidad, capacidad de adaptabilidad al cambio y rápida reacción frente a cualquier crisis les brindan una gran ventaja sobre cualquier empresa mayor. Para sacar adelante a una PYME lo ideal es saber cómo aprovechar las características que las conforman y atreverse a dar el siguiente paso.
Un ejemplo del camino al éxito de una PYME es el de mi primer emprendimiento. Mi primer emprendimiento exitoso lo tuve a los 26 años, mientras realizaba la maestría en finanzas en la Ciudad de México. La oportunidad surgió cuando uno de mis grandes amigos y compañeros me invitó a desarrollar, junto con él, una consultoría de precios.
Se trataba de un servicio donde realizamos modelos econométricos muy específicos y avanzados para otras empresas. Mientras él desarrollaba el modelo financiero yo me centré en el modelo comercial, es decir, me encargue de ponerle nombre al negocio, crear la identidad gráfica, del papeleo correspondiente para darnos de alta en el SAT y de conectar con la gente adecuada.
Después de dos o tres entrevistas con varios interesados, el negocio finalmente salió a flote y trabajamos en ello durante diez años, con las bajas y altas correspondientes de todo emprendimiento.
De este primer emprendimiento me quedé con tres grandes aprendizajes:
1. Encuentra socios: Compañeros y amigos para hacer una buena sinergia, que te ayuden a complementar tus propios talentos y habilidades.
2. El capital no es una limitante: Más importante que el dinero es saber aprovechar la oportunidad y atreverse a desarrollarla.
3. ¡Atrévete!: Nunca es fácil dar el primer paso, pero lo importante es atreverse e intentarlo hasta que suceda.
Uniendo nuestros talentos y esfuerzos con las personas indicadas es cómo pudimos obtener el éxito con nuestro primer emprendimiento. A pesar de no contar con una cantidad exorbitante de dinero al iniciar, lo único que nos hace falta para llegar a la meta es contar con la perseverancia y tenacidad necesarias para conseguir nuestros objetivos.