
¿Quien fue Yola Ramírez? La mejor tenista mexicana de la historia
La originaria de Teziutlán, Puebla, dejó una huella profunda en el tenis mexicano, convirtiéndose incluso en una referente internacional.
¡Un gran legado para el deporte poblano! Este domingo 9 de marzo, a los 90 años, falleció Yolanda del Monte Carmen Ramírez, mejor conocida como Yola Ramírez. Considerada la mejor tenista mexicana de la historia, llegó a ser reconocida como la “Mexicana del Milenio”.
Su triste deceso ocurrió apenas “ocho días después de haber celebrado un año más de vida” el 1 de marzo. Sin embargo, después de casi ocho décadas, su legado sigue vivo y continuará perdurando en la historia del tenis, tanto en México como en todo el mundo.
Originaria de Teziutlán, Puebla, ganó sus primeras dos medallas de oro y plata en los Juegos Panamericanos de la Ciudad de México en 1955. A partir de entonces, sumó seis preseas más hasta 1963, alcanzando un total de tres oros, tres platas y un bronce.
No obstante, sus mayores logros llegaron en 1958, cuando se coronó campeona en Roland Garros en dos ocasiones: primero en dobles femenil junto a su compatriota Rosa María “Pajarita” Reyes y luego en dobles mixtos junto al inglés Billy Knight.
Cabe recordar que su primera final del Roland Garros, junto a Reyes, fue en 1957, donde cayeron ante Shirley Bloomer y Darlene Hard. En 1959, disputaron su tercera final consecutiva, perdiendo ante Sandra Reynolds y Renée Schuurman.
En 1960, partía como favorita para el título individual en Roland Garros ante Hard, pero la estadounidense volvería a arrebatarle la victoria. Al año siguiente, alcanzó nuevamente la final, cayendo esta vez ante la británica Ann Haydon-Jones.
A lo largo de su carrera, fue la primera mexicana en participar en los cuatro Grand Slam, ganó 32 títulos, 29 de ellos individuales. Es miembro del Salón de la Fama de Wimbledon y Roland Garros, y el Museo del Deporte Teizutelco lleva su nombre en su honor.
Gracias a su extraordinaria carrera, Ramírez se posicionó en el sexto lugar del ranking mundial, siendo la única mexicana en lograrlo. Su partida deja un vacío en el deporte mexicano, siendo “una gran inspiración para mujeres que buscan destacarse en cualquier disciplina”.