Opinión

¿Quién rescatará lo que quedó de la Corte?

22 diciembre, 2022 1:42 pm
Silvino Vergara Nava

“La justicia ha sido secuestrada por 

una casa poderosa y que por su liberación

 ni siquiera se pide el rescate, ya que 

nadie está interesado en ella. 

Los ciudadanos ya no se dejan impresionar

 por la magnificencia de los Palacios de 

justicia ni por la solemnidad 

de los oficios que allí se celebran.”

Alejandro Nieto

 

En estos tiempos de finales de año de 2022, desde el ámbito jurisdiccional no se habla de otra cosa, más que de la sucesión en la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Posiblemente, no se había generado tanta preocupación en ocasiones anteriores en el cambio de ese cargo público, pero hoy, es sumamente delicado, por varias razones, se puede simplificar en: razones políticas y razones jurídicas.

Las razones jurídicas; es que en este Estado debilitado que se vive en la actualidad a nivel global. Porque, esa percepción de debilitamiento de los Estados, no es únicamente de nuestra nación, sino que es a nivel global y se debe a ese denominado: capitalismo financiero, tecno-capitalismo, capitalismo de la vigilancia, capitalismo tardío, o como se le desee nombrar, en donde el poder económico está sobre el poder político, por lo cual, se ha perdido la credibilidad al Estado de Derecho y a las instituciones del Estado, por ello es que, uno de los problemas que se han ido incrementando en México, es la falta de claridad en la división entre los poderes de la unión. Particularmente, entre el Poder Judicial y el Ejecutivo. Para muestra, las preguntas: ¿Cuánto tiempo hace que, no se declara inconstitucional alguna disposición tributaria, como sucedía en antaño?, ¿Será que todas las disposiciones tributarias son constitucionales o habrá blindaje jurisdiccional sobre ellas?, pudiera ser la respuesta de esa subordinación que se ha vivido en los últimos tiempos del Poder judicial que se ha situado por abajo del Poder Ejecutivo.

Basta recordar la penosa Reforma Constitucional que se publicó en el Diario Oficial de la Federación en fecha 11 de marzo de 2021, en donde desaparece el recurso de reclamación en contra del desechamiento del recurso de revisión en amparo directo, es decir, el recurso para impugnar la decisión del Presidente de la Corte en cuanto a admitir o desechar el recurso de revisión; hoy está derogado. Por lo cual, la decisión del Presidente de la Corte es una mera facultad discrecional decidir que casos se resuelven en la Corte y cuales no, pues ahora resulta que no es impugnable esa determinación.

Se resume esa decisión en una simple determinación discrecional, es decir, meramente política, en donde solamente el Presidente de la Corte determina, que asuntos entran a estudio en la Corte y cuales no. Así, se ha sostenido desde la academia que esto contraviene un derecho fundamental, la denominada: “doble instancia jurisdiccional”, que está prevista en el numeral 8 de la Convención Americana de los Derechos humanos, pues bien, más que una reforma constitucional para apelar a la cimentación del Estado de derecho, sucedió lo contrario, se redujo en una decisión inapelable.

Una más de las razones de la trascendencia de esta decisión de seleccionar al nuevo Presidente de la Corte, es que se ha resumido en muchas de las decisiones judiciales tanto de los tribunales, de los juzgados y de la propia Corte, en meras apreciaciones y no en sujetar al juzgador en la norma jurídica, pues se ha asumido una doctrina extranjera, particularmente alemana, en donde los jueces antes de aplicar la ley, dígase a “raja tabla”, deben de apreciar y juzgar si la medida que se aplicó y que esta en controversia, es proporcional con el caso concreto, a lo que se denomina como: “Principio de Proporcionalidad”, que deja muchas de las decisiones de los tribunales, en meras apreciaciones particulares de los propios juzgadores, lo cual aleja las sentencias de la sujeción a la ley y con ello de la necesaria seguridad jurídica que en su momento brindaba el Estado de derecho, pues hoy con ese principio de proporcionalidad, queda a criterio de los referidos juzgadores, si es que aplican la ley o se sustentan en ese principio de proporcionalidad, que si bien puede ser una forma de resolver ad- hoc con el sistema germánico, desde luego que, en México estamos a años luz de esas doctrinas, por ello es que el acudir a un tribunal cada día se ha convertido en incertidumbre y con ello, se pierde credibilidad de las propias instituciones judiciales, así como provoca, desde luego, corrupción, y es muy claro que la corrupción es la causa de la violencia.

Por lo cual una forma de darle frente a la violencia que se vive en la actualidad es cambiar la postura de los tribunales respecto a ese romántico principio de proporcionalidad que no ha resuelto nada más que hacer un país más violento, ese es el problema actual de la Corte, por ello es que, hoy más que nunca, se requiere rescatar lo que queda de las instituciones judiciales en este país. Por cierto, de las razones políticas sobre esta elección para Presidente de la Corte, eso es tema de otros comentaristas. (Web: parmenasradio.org)

 





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