AFP
Sin un juego brillante, la selección francesa de fútbol se impuso por 2-0 a Irlanda, este jueves en París, y da un gran paso hacia la clasificación para la próxima Eurocopa, que se disputará en Alemania el próximo verano boreal.
El mediocentro del Real Madrid Aurélien Tchouaméni (minuto 19) y el delantero Marcus Thuram (48) anotaron los goles de la victoria de los ‘Bleus’ que suman un pleno de 15 puntos en el grupo B de clasificación para la Eurocopa, por solo 6 de sus perseguidores, Países Bajos y Grecia, después de que la Oranje se impusiera 3-0 a los griegos.
Thuram, nuevo jugador del Inter de Milán, anotó así su primer gol como internacional absoluto en su décimo partido como ‘Bleu’, que comenzó en el banco de suplentes, pero que saltó al césped en el ecuador del primer tiempo sustituyendo al lesionado Olivier Giroud.
“Es un gran orgullo, una gran satisfacción, además hacerlo (marcar un gol) en el Parque de los Príncipes y delante de mi familia”, entre ellos su padre, Liliam Thuram, campeón del mundo en 1998.
“Habría podido marcar un segundo, pero en todo caso es un placer marcharse con la victoria. La clasificación no está lograda matemáticamente, pero ha sido una buena noche”, añadió tras el partido.
A imagen del partido gris de la estrella Kylian Mbappé, los ‘Bleus’ se contentaron de un par de detalles de calidad para llevarse los tres puntos.
Tchouaméni abrió el marcador con un duro disparo desde fuera del área marca de la casa y Thuram sentenció con un remate a la media vuelta desde el interior del área.
La victoria gala pudo haber sido más abultada, sobre todo con otra gran ocasión de Ousmane Dembelé, que estrelló un disparo en la madera (72) ante un rival que con solo tres puntos en cuatro partidos, podría despedirse de cualquier opción de clasificación si el domingo no gana en casa a Países Bajos.
El partido no se disputó en el Stade de France, sino en el Parque de los Príncipes, el estadio del París SG, ya que en el tradicional escenario de los partidos de los ‘Bleus’ se disputará el viernes el choque inaugural del Mundial de rugby, entre Francia y Nueva Zelanda.