Pilar Bravo
A pesar de que se detuvo la caída de ceniza volcánica, la Secretaría de Salud en el Estado, no se abandonará a la población que vive en los municipios de las faldas del Popocatépetl, informó el secretario, José Antonio Martínez.
La institución retiró al cuerpo médico de especialistas (neumólogos, oculistas y médicos generales) que por dos semanas estuvieron dando atención a los habitantes de esas poblaciones. Los galenos atendieron las afectaciones de algunas personas en el aparato respiratorio, en la vista o hasta en el estómago debido al exceso de ceniza que cubrió a 26 centros de población.
El retiro del cuerpo médico de 84 puestos sanitarios, es porque ya no hubo demanda de los servicios, pero ha quedado reservado le Programa con el Código “UV” que en el supuesto de un nuevo evento de ceniza, se reactivará.
En rueda de prensa con el gobernador @SergioSalomonC, informé sobre las acciones de Salud por la contingencia volcánica del #Popocatépetl 🌋. Asimismo, respecto al reporte epidemiológico de la #COVID19, hubo 71 nuevos contagios, del 26 de mayo al 2 de junio, y una defunción. pic.twitter.com/TUuaWTOP3m
— José Antonio Martínez García (@JAntonioMtzGa) June 5, 2023
La Secretaría de Salud, continúa con el estudio para identificar “Volcanoconiosis”, como parte de las afecciones causadas por la caída de ceniza en la franja del Izta-Popo.
El estudio inició en Santiago Xalitzintla, pero continuará en otras localidades, es la primera sede de dicha investigación entre los habitantes que han vivido por décadas junto al coloso.
Para esta investigación, también participan especialistas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), entre ellos la rectora, Lilia Cedillo Ramírez. Antes de ser rectora, en su calidad de investigadora, había encontrado una espora en la ceniza, que merece ser estudiada.
Otros expertos en la materia de los Servicios de Salud e instituciones privadas buscaron afecciones crónicas en las vías respiratorias, lesiones cutáneas, conjuntivitis y el tracto digestivo, para generar una política pública que mejore la calidad de vida.
Serán 5 mil habitantes a los que, aleatoriamente, se les realizarán revisiones médicas, y de ser necesario una radiografía para determinar sí los daños crónicos son por la ceniza o algún otro agente que haya afectado sus pulmones, como la COVID-19, uso de leña, entre otras, a fin de otorgarles estudios complementarios. Por ello, en un lapso de cuatro meses de estudio en la zona del volcán Popocatépetl, se podrán tener los primeros resultados.