Opinión

Tauromaquia baja en calorías

¿En que invierte el tiempo el legislador?

23 marzo, 2025 9:35 am
Silvino Vergara

“En el mercado actual,
encontramos toda una serie de
productos despojados de sus
propiedades malignas: café sin cafeína,
crema sin grasa, cerveza sin alcohol.
Y la lista continúa.”

Slavoj Zizek

Recientemente, se aprobó en la ciudad de México por sus ocupadísimos legisladores, autorizar las corridas de toros con muchas restricciones que hacen que pierda su naturaleza propia la tauromaquia, como es que se limite el tiempo de la faena únicamente a 15 minutos, no puede haber banderillas y banderilleros, menos aun puede haber picadores, caballos y puya, ni desde luego; la muerte del toro.
Con estas medidas legislativas, ya se están preparando los amparos y demás medios de defensa en la ciudad de México al respecto por los afectados, desde ganaderos, personal de las plazas de toros, empresarios, toreros, novilleros, banderilleros, picadores, boleteros, cronistas, incluso los rejoneadores que prácticamente han quedado extinguidos, y principalmente el aficionado de a pie. Sobre esos medios de defensa, ya habrá oportunidad de mencionar en que consisten y, que se hará valer, en tanto, lo que está sucediendo es una muestra de lo que se hace hoy en el mundo con el manejo de la población por parte de las instituciones del Estado.
En el quehacer legislativo, en lugar de reglamentar una ley de responsabilidades legislativas, para castigar a los legisladores omisos, incumplidos, faltistas, etc., o preocuparse por legislar sobre los problemas más urgentes, lo que sucede es que se pierde el tiempo en estar debatiendo sobre las corridas de toros en la ciudad de México que es tan mínima la temporada taurina que se llevan a cabo únicamente en un lapso de cuatro meses, esto es, los domingos, 12 o menos corridas, eso fue lo que se estuvo debatiendo, en tanto, los temas más trascendentales se dejan para otras ocasiones.
No obstante, esas distracciones de los legisladores, lo cual, dicho sea de paso, pudiera hacerse el cálculo de lo que cuesta que, los legisladores estén entretenidos en este tema y no en otros más importantes para la población, lo cierto es que, ya está aprobado y se verá de nuevo la batalla en los tribunales.
Pero, eso no es todo, también hay que considerar que, esta aprobación de las corridas de toros, propiamente sin sangre, es una prueba más de la vida contemporánea, pues en el mundo occidental esta serie de regulaciones pudiera decirse que, se están llevando por medio de un “tratamiento, bajo en calorías”.
Y es que, así como se ha aprobado esta restricción para las corridas de toros, hoy vivimos en un mundo de lo ligero, en donde no nos debamos de abrumar porque vivimos en un Estado paternalista y en un sistema capitalista salvaje que, su primer propósito, es mantener en pie este sistema económico en donde se pueda maquillar la vida lo más ligero posible para el gobernado, una especie de “mundo feliz”, como lo sostenía esa novela de la década de los treinta del siglo XX, que hacía una serie de predicciones de lo que iba a suceder entre la población y el poder, particularmente, el poder político representado por el Estado y sus instituciones ante el ciudadano de a pie, que lo iba a tener entretenido en meras distracciones, en la simple diversión, como está sucediendo actualmente, por parte de los legisladores de la ciudad de México, que lejos de trabajar en cuestiones más profundas están desviando la atención para meras ocurrencias, como legislar sobre estas restricciones lapidarias para la tauromaquia.
No nos extrañe y poco faltará, para que se legisle en la reglamentación del fútbol, que con estas ocurrencias legislativas que se aprobaron para reventar la fiesta de toros, en el caso del deporte de las patadas, sería legislar prohibiendo los goles, a ese grado de absurdez nos encontramos con esta regulación taurina.
Esta serie de aprobaciones legislativas son parte de la forma de vivir en nuestro mundo occidental, no preocuparse, pero consumiendo, vivir la vida ligera, pero consumiendo, sin complicaciones extremas, pero eso si, consumiendo, en especial lo que las grandes empresas monopólicas nos ponen en frente, y ser indiferente a los problemas graves que suceden en nuestro alrededor, para ello, para no acarrear males, contamos actualmente con: cigarros sin nicotina, cerveza sin alcohol, café sin cafeína, leche sin lactosa, endulzante sin azúcar, alimentos bajos en calorías, empresas sin trabajadores, matrimonios sin hijos, no más compromisos, no más cargas, no más obligaciones, y de paso, tauromaquia sin sangre. (Web: parmenasradio.org)





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