
Tecnófilos vs tecnofóbicos
Silvino Vergara
“(Tecnofóbicos)
Serias dudas de que todos
estos adelantos tecnológicos
nos conduzcan a un mundo feliz.
Enorme aumento del desempleo.
(Tecnófilos)
¿Se justifica tanta alarma
por el desempleo tecnológico?
la tecnología creó nuevos
empleos que antes no existían.”
Andrés Oppenheimer
¡Se van a acabar los empleos!, ¡ya no hay trabajos!, ¡las maquinas nos van a sustituir!, ¡la inteligencia artificial va a terminar con el empleo de miles de personas!, ¿qué vamos a hacer sin trabajo, si es que todo lo hacen las maquinas?, ¿de que va a vivir la gran mayoría de las personas sin un empleo?, ¿qué va a hacer el Estado ante esa realidad?, ¿quien va a parar el avance de la Inteligencia Artificial?, esa es la postura de los que se encuentran en contra de la inteligencia artificial, de todos estos avances de la tecnología, es decir los “tecnofóbicos”.
Pero, en la otra esquina están los “tecnófílicos”, que asumen que llegaremos a un mundo mejor, en donde no se tendrá que prestar un ser humano a realizar trabajos tan duros como el estar en una mina respirando gases tóxicos, arando el campo, es decir en un empleo, poniendo su vida en riesgo, pues bien ¿quien dice la verdad?
Así como algún día se puso en la mesa de las discusiones, las posturas de izquierda y las posturas de derecha, que los de izquierda hacen mención de la tutela y el respeto a los derechos igualdad en el trato a las personas, ante la ley, o bien, de oportunidades, del otro lado, los que luchan por las políticas públicas de derecha, en donde se protegen y respetan los derechos de libertad, particularmente libertades económicas, de la propiedad privada, luchas que iniciaron desde el siglo XVIII, que se fueron imponiendo con el paso del tiempo, hasta nuestros días.
Posturas encontradas más recientes, contamos con las que corresponden a los “globalifóbicos”, que se encuentran en contra de la globalización, que luchan por el respeto y vigencia de sus costumbres, de sus tradiciones, por el regionalismo o nacionalismo, que ven en lo externo y sobre todo, en la cultura extranjera lo peor, el acabose de sus culturas.
Por su parte, están los globalifilicos, que se encuentran a favor de la globalización, que consideran que es el cambio que el mundo y la humanidad requiere, en donde se aspira a una economía mundial, pero sobre todo a las mismas costumbres y tradiciones, que sucederá en un futuro que se homogénearizarán los seres humanos y con ello, se logrará una paz permanente, en donde se respete las tradiciones y las religiones, que abra tolerancia entre la humanidad.
Así como contamos con esas posturas, ahora vivimos con las que corresponde a la última controversia, el estar o no de acuerdo con la tecnología de la información, con la inteligencia artificial: Tecnófilos vs Tecnofóbicos, pareciera que muchas de las políticas mundiales van encaminadas a asumir que el avance de la inteligencia artificial sea algo sorprendente, que no tendrá límites, como por ejemplo; la reducción de las horas de trabajo semanales para los empleados en los países del occidente, es una muestra muy clara de esta tendencia a que las empresas con recursos vayan considerando acercarse más a la inteligencia artificial, una más es el aumento de los derechos de los trabajadores en todo el mundo, y desde luego que México no es la excepción, que desde luego, aumenta el costo de contar con empleados, por lo cual es otro estímulo para que se acerquen aun más los profesionistas a la inteligencia artificial.
Por ello es que se ha hablado de que es necesaria una especie de pensión universal con la que muchas personas puedan depender de ella, sin que resulte imprescindible trabajar, contar con un empleo, pues estos ya no existirán.
No hay que perder de vista que se ha conformado últimamente un derecho que se le denomina al óseo, o también llamado: “el derecho al esparcimiento”, que en el fondo es un impulso para mover conciencias para acostumbrarse a no trabajar, y tener más tiempo para el descanso y de paso, con el consumo en las grandes empresas monopólicas.
Pero esto provoca que exista una gran cantidad de personas sin empleo y sin capacidad de consumo, por ello la necesidad de impulsar las pensiones en las naciones, pero siempre hay un límite, el dinero no alcanza, y el aumento de la población se multiplica, por eso es que la publicidad actual en el mundo es la ausencia de familias, vivir sin familia, bajo el interés de las políticas mundiales para que no haya mas procreaciones, que se disminuya la natalidad de los seres humanos, y que por allí va también el aumento al respeto de los derechos de las personas no binarias, que es una forma de propaganda para evitar mayores índices de natalidad, pues el problema es complejo, no es solamente estar a favor o en contra de la inteligencia artificial, sino en contra de las políticas mundiales que están acorralando a la humanidad a un horizonte que aun no se conoce, ni se puede visualizar. Así, tecnófilos vs tecnofóbicos, no es cualquier cosa. (Web: parmenasradio.org)