Tendrá repercusiones invasión de Rusia a Ucrania en los suministros globales
Redacción.- La Cámara Internacional de Comercio (ICC por sus siglas en inglés) advirtió que la invasión rusa a Ucrania “sin duda, tendrá repercusiones en las cadenas globales de suministro, cuyos efectos se verán en las próximas semanas y meses”.
Además de los golpes a los mercados energéticos y los precios de los alimentos, la ICC anticipa interrupciones a la producción manufacturera y desajustes en “un gran número de sectores”.
Mediante un comunicado, la Cámara Internacional de Comercio (ICC), declaró que hay un fuerte riesgo de que la producción de semiconductores, vehículos y medicinas se vean severamente impactados por la interrupción de las actividades empresariales legítimas en Ucrania, que en años recientes se ha convertido en un proveedor de metales esenciales y materias primas de las cadenas globales de valor.
Ucrania se ha convertido en una de las principales fuentes de materiales en la producción de semiconductores, como paladio y gas neón.
Cabe recordar que la industria de microchips ya enfrenta desabasto desde el año pasado debido a la pandemia de Covid-19 en sus plantas productoras, y el efecto se siente en otras industrias que usan semiconductores como componentes esenciales de manufactura, como lo es el caso para los automóviles, electrodomésticos, consolas de videojuegos, teléfonos inteligentes, computadoras y más.
Con base a un sondeo realizado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos a principios de 2022, compañías productoras y compradoras de semiconductores proyectaron que la crisis de suministro duraría por lo menos otro semestre.
A los cuellos de botella en manufactura hay que sumar la escasez de contenedores para el transporte de bienes y el congestionamiento en puertos, que tiene los precios del flete marítimo por las nubes.
La más reciente edición del Barómetro de Comercio de Bienes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) indicó que el flujo global de mercancías mejoró al cierre de 2021, aunque todavía sigue débil, sobre todo para el sector automotriz y el transporte marítimo de mercancías. Para 2022, la OMC proyectó un comienzo débil por las presiones a las cadenas de suministro y los estragos causados por la nueva variante de COVID-19.