Vacunados o no vacunados, debemos fortalecer nuestras defensas

En varias ocasiones he comentado que mientras no tengamos una cura segura y confiable, la única solución frente al Covid en este momento es la vacunación, con todo y los riesgos que implica el hecho de que su uso haya sido autorizado en un contexto de emergencia sanitaria. 

También he dicho —y no me cansaré de repetirlo— que no debemos apostar todo nuestro bienestar solo a las vacunas. Sino que debemos aprovechar esta coyuntura para cambiar nuestro estilo de vida y concentrar todos nuestros esfuerzos en fortalecer nuestro sistema inmunológico, o dicho de manera más coloquial, en mejorar nuestras “defensas”.

Hace unos días escuchaba las recomendaciones del Infectólogo Oswaldo Restrepo respecto a la prevención de enfermedades, particularmente las de carácter infeccioso, y coincido plenamente en que la clave consiste en mantener un sistema inmunológico fuerte. De acuerdo con el Dr. Restrepo, hay 5 acciones determinantes para mejorar nuestro sistema de defensas: la primera, hacer ejercicio; la segunda, tener un sueño reparador; la tercera, meditar al menos 5 minutos al día; la cuarta, tener una actitud positiva frente a la vida; y la quinta, tener una dieta balanceada que incluya 15 minutos de sol.

Respecto a la primera acción, varias veces he comentado en este espacio la necesidad de “vacunarnos” contra el sedentarismo. Asimismo, he reiterado la necesidad de incluir la actividad física y al ejercicio, como un derecho laboral. Al menos 20 minutos de ejercicio todos los días, deberían ser parte de nuestra disciplina diaria de vida, tan vital como comer o tomar agua. No olvidemos que el ejercicio está relacionado con la prevención de enfermedades, tanto físicas como mentales. Como dice el Dr. Restrepo, se trata de una actividad vital para mantener saludable nuestra estructura corporal, la oxigenación necesaria de nuestros tejidos y la reducción del estrés. El ejercicio diario es, efectivamente, la mejor medicina preventiva de bajo costo.

Otra medicina preventiva gratuita, es el sueño reparador. Dormir 7 u 8 horas nos permite “reparar” las células que tuvieron una actividad intensa durante la actividad diaria. No olvidemos que nuestro cuerpo está diseñado para pasar una tercera parte del día recuperándose, mediante el sueño profundo, es decir, reponiendo fuerzas y energía, necesarias para la vida.

La tercera actividad vital para prevenir enfermedades es la meditación, es decir, poner en calma la mente. Y también se trata de una medicina gratuita que, con cinco minutos al día, basta para aprender a controlar nuestros niveles de ansiedad y tensión, hasta lograr una sensación de paz y “control interno”, lo que redunda en mejores lecturas cardiovasculares y liberación de presión arterial.

Lo mismo ocurre al adoptar una actitud positiva ante la vida. Se trata también de una “medicina” gratuita que nos ayuda a segregar hormonas que nos permiten reparar tejidos, disminuir la inflamación y mantener un estado energético adecuado. Eso sin mencionar que nuestra apariencia mejora notablemente.

Y, por último, está el tema de la alimentación sana y balanceada. Es vital lograr un cambio en los hábitos de consumo para poder acceder a una dieta equilibrada, que contenga las vitaminas y los nutrientes necesarios para mantener nuestro sistema inmunológico en buenas condiciones. Ello implica disminuir el consumo de grasas saturadas y azúcares, al tiempo de aumentar nuestra ingesta de grasas saludables, frutas y verduras. Cítricos para la vitamina C y 15 minutos diarios de sol para la vitamina D, junto con una buena cantidad de antioxidantes, son medicamentos de bajo costo determinantes para mantener un sistema de defensa robusto.

Así que, ya sea que estemos vacunados contra el Covid o no, es imperativo trabajar en un cambio de mentalidad respecto a estas cinco claves para mantener un sistema de defensas fuerte. Es la mejor “medicina” en la que podemos invertir. Y lo mejor de todo, es que es gratis.