Opinión

Vivaldi con todos los sentidos

13 mayo, 2023 12:23 pm
Eduardo Pineda

En las últimas semanas los poblanos y visitantes de nuestra entidad han sido testigos de una amalgama de expresiones artísticas sin paralelo. La exposición “Barroco inmersivo” que se presenta en el Museo Internacional del Barroco representa una forma por demás innovadora de explotar el impacto audiovisual en la apreciación artística.

De manera puntual enfatizo la proyección alusiva a las “Cuatro Estaciones” de A. Vivaldi, en la que el concepto de arte barroco toma una dimensión moderna pero absolutamente apegada a su génesis: la saturación del espacio y del tiempo.

Recordemos que el movimeinto barroco que permeó toda Europa desde finales del siglo xvi, siglo xvii y xviii, alcanzó a los virreinatos y colonias de América, África y otras regiones del mundo, teniendo como cractétistica principal la saturación de los soportes artísticos, ya fueran lienzos, construcciones, partituras, etc.

En las “Cuatro estaciones” las constantes fugas nos brindan una saturación del tiempo que forma un vaivén, si bien predecible, sufiente para estremecer hasta la médula a quien la escucha. Es esta composición, tal vez, la expresión más acabada de la música barroca junto a la obra de Johan Sebastian Bach.

Cada movimiento representa una de las estaciones climatólogicas del año marcadas por los cambios en la colorimetría del paisaje, la temperatura y demás factores ambientales, Vivaldi supo entender y traducir las emociones que cada estación del año provocan y tuvo la sensibiliadad de asentarlas en una partitura que ha trascendido el tiempo y ha llegado a los confines del mundo entero.

Por otra parte, la proyección de imágenes en referencia a la sonoridad de la música (Las Cuatro Estaciones), es prodigiosa, ya que las cuatro paredes, el piso y el techo del recinto se llenan de formas y colores que danzan de un lado a otro, basta con cerrar los ojos unos segundos y abrirlos para sorprenderse con el efecto absorvente de la producción audivisual que ha admirado a propios y extraños.

Previo a esta proyección se emite otra, una verdadera apología y oda (al mismo tiempo) del uso de la perspectiva, la terecra dimensión que trascendió en la cultura popular desde el cubismo hasta el arte digital, se muestra exacervado por el moviento constante de los puntos de fuga, lo cual no sólo enfatiza la perspectiva sino que además juega con nuestra percepción mostrando varios puntos de fuga casi al mismo tiempo. Es como un efecto alusinatorio pero sin alejarse nunca de la realidad física.

El Museo Internacional del Barroco ofrece esta alternativa inmersiva como un entremés a su exposición permanente que deja en claro el concepto y muestra a detalle como el barroco construyó todo un mundo de realidades en las que habitaron los artistas pos renacentistas que expresaron la saturación en todo su esplendor hasta la aparición del romanticismo, donde el estoicismo y la impredecibilidad sentaron las bases para el modernismo y el posmodernismo.

Sin embargo, muestras como “El Barroco Inmersivo” nos dejan claro que esta corriente artística sigue vigente y nunca estará dispuesta a morir.





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