Opinión

14 de junio de 1926

8 junio, 2025 11:28 am
Silvino Vergara

“La Cristiada es el nombre que la voz
popular dio a la gran guerra que se
desató entre el gobierno del
presidente Calles y una buena parte
de la cristiandad mexicana…
La Cristiada o la historia dramática y
conmovedora de un pueblo que
se siente agraviado en su fe”.

Jean Meyer

La historia que no se comenta, la historia que no es oficial, es la historia de la guerra cristera en nuestra nación, es uno de los momentos de esta nación que pareciera que no existió, cómo que no hay interés en ponerla en los libros de texto, en las anécdotas que hay que escribir, se ha tratado de algo simplemente olvidado, y este 14 de junio de 2025, se cumplirán 99 años en que se aprobaron las disposiciones legales con que estalló este conflicto armado, que ya se estaba cocinando desde mucho tiempo atrás.
Efectivamente, la guerra cristera o también denominada: “de los cristeros”, era una crónica de una guerra anunciada, pues lo cierto es que, su antecedente data desde mediados del siglo XIX, con la promulgación de la Constitución de 1857, en donde se incursionaron una serie de modificaciones legales que restringían el papel de la iglesia católica en México, en gran parte por la persecución a la Iglesia, iniciada con las famosas leyes de reforma, y por otro lado, porque la iglesia Católica contaba con muchas de las funciones que hoy le corresponden a la administración pública, como es el caso del registro civil de las personas.
El antecedente de la guerra cristera que si bien fue desde esas leyes de reforma y la Constitución de 1857, que dicho sea de paso, el propio presidente poblano Ignacio Comonfort de aquel tiempo, después la rechazo, aduciendo que con ese instrumento constitucional era imposible gobernar, pues bien, esa serie de documentos jurídicos, fueron los que iniciaron esta rivalidad contra los católicos, pero, la gota que derramó el agua, fue la que corresponde a la aprobación por el Congreso de la Unión de las disposiciones dictadas por el presidente Plutarco Elías Calles, el 14 de junio de 1926, que entre otras disposiciones establecía:
Art. 1° Para ejercer dentro del territorio de la República Mexicana el ministerio de cualquier culto, se necesita ser mexicano por nacimiento.
Art. 4° Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria.
Art. 10. Los ministros de los cultos nunca podrán, en reunión pública o privada constituida en junta, y en actos de culto o de propaganda religiosa, hacer crítica de las leyes fundamentales del país, de las autoridades en particular, o en general del Gobierno.
Eso no fue todo, también están las expulsiones de los ministros de culto extranjeros, o bien, las regulaciones del gobierno de Tabasco, en donde se establecieron medidas absurdas y retadoras para la iglesia católica y sus feligreses, como obligar en aquellos tiempos a que, los sacerdotes se casaran, de no ser así, no podían ejercer su ministerio, o bien, que no caminaran en las calles de las ciudades tabasqueñas con sus vestimentas de culto.
Todas esas regulaciones lo que provocaron fue la denominada guerra cristera que duro hasta el año de 1929, es decir, la nación aun no salía de los estragos de la revolución, y ya estaba en 1926 enfrentando otro conflicto armado que se dio por finalizado, cuando estaba ya en la presidencia de la República Emilio Portes Gil, que estableció una serie de medidas para pacificar la nación de esta guerra civil, que es bien sabido que, una guerra civil, es más complicado llegar a su fin, que una guerra entre naciones, pues en esta debe de haber una gran parte de convencimiento con la población que se ha levantado en armas, por lo que no basta con una orden militar, ya que las guerras civiles, como su nombre lo dice, son entre los civiles, que luchan más por ideales que por ordenes militares, por ello es más difícil terminar con estas.
¿Por qué no se habla de esta parte de la historia?, ¿por qué se pretende olvidar estos pasajes de la historia reciente de México?, quizá para no abrir heridas en donde aun están por cerrarse, posiblemente, porque es necesario evitar hablar de esta guerra de los cristeros, porque el protagonista de ella fue el gobierno federal post- revolucionario.
Estamos por cumplir 100 años del inicio de la guerra cristera, que será el siguiente año: 14 de junio de 2026, por ende, son tiempos para recordar estos sucesos tan lamentables en México, para no olvidar parte de la historia de la nación, donde la iglesia católica y los integrantes de ella han tenido un papel protagónico desde la independencia de la nación hasta nuestros días, pero sobre todo, para recordar que ha pasado México por muchos momentos violentos, que deben de quedar en la memoria, sin olvido, para evitar que se sigan presentando. (Web: parmenasradio.org)





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