Deserción escolar y rezago en aprendizaje, síntomas de la pandemia
Redacción.- Son múltiples las consecuencias que ha traído consigo el cierre de las escuelas derivado del contexto pandémico. Entre las más preocupantes se encuentran el rezago en el aprendizaje y la deserción escolar, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
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Según el organismo, cada día que se posterga la reapertura de estos espacios aumenta el riesgo de abandono escolar, principalmente en estudiantes que no pueden acceder a una educación a distancia idónea por vivir en zonas de alta marginación.
México, de acuerdo con datos de la Unicef, es el octavo lugar entre los países en donde más tiempo han permanecido cerradas las escuelas. En el país, de marzo de 2020 a febrero de 2021, los planteles educativos estuvieron cerrados por 180 días hábiles, cifra que supera los promedios de América Latina (158) y del mundo (95).
Las estimaciones de la deserción escolar en el país varían, pero coinciden en que la cifra supera el millón de estudiantes. Por ejemplo, la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) calcula que 2.5 millones de menores de edad no sólo abandonarán su educación, sino que comenzarán a trabajar.
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Por otro lado, una investigación de Susan Parker, profesora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señala que el tiempo efectivo de aprendizaje en México se redujo en 30 por ciento.
Pese a este escenario, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha insistido en que los planteles solo se abrirán cuando el riesgo epidemiológico sea mínimo.
En Campeche, uno de los pocos estados con condiciones epidemiológicas aptas para regresar a las aulas, padres de familia rechazaron recientemente volver a clases en abril, pues dudan de la preparación de las autoridades educativas para enfrentar este reto. Una constante nacional durante el último año.
Si se considera el contexto educativo actual, menciona el especialista en educación Rodolfo Cruz al portal Lado B, no es viable volver a las clases presenciales como antes ni tampoco continuar únicamente con la educación a distancia.
En ese sentido el Doctor en Educación Martin López Calva explicó al mismo medio que la segmentación del alumnado podría ser una opción para que las clases presenciales volvieran. Así, los estudiantes podrían ir a las aulas unos días sí y otros no, según su grupo o grado escolar. Todo esto procurando la distancia entre alumnos y el uso de cubrebocas.
