Cuba reclama fin de embargo de EEUU 60 años después de su imposición
El gobierno cubano reclamó “enfática y enérgicamente” el fin del embargo que Estados Unidos impuso 60 atrás a la isla, reforzado “a límites insospechados” durante la pandemia del covid-19.
“Nuestra denuncia se mantendrá firme e invariable hasta tanto no cese en su totalidad esta política inhumana e ilegal”, dice la declaración oficial del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel, al cumplirse el aniversario este jueves.
Desde la llegada al poder de Fidel Castro en 1959, los 13 presidentes que pasaron por la Casa Blanca mantuvieron “la apuesta a provocar el colapso económico y la insostenibilidad del proyecto revolucionario”, denunció.
Seis décadas después que el presidente John F. Kennedy emitiera la Proclama 3447, que decretó un embargo total sobre Cuba y entró en vigor cuatro días después, el embargo “no ha tenido nunca el menor atisbo de legitimidad, ni justificación moral”, señaló el texto.
En el contexto de la lucha contra el covid-19, el embargo llegó “a límites insospechados de crueldad, al obstaculizar donaciones solidarias, tratar de entorpecer el desarrollo de las vacunas cubanas”, añade.
El pronunciamiento se refiere a las vacunas contra el coronavirus Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus desarrolladas en a isla, con las que 9,8 millones de personas de una población de 11,2 millones han sido vacunadas.
En 60 años, el bloqueo ha provocado “un costo humano incalculable” y daños por 144.413 millones de dólares, reiteró el gobierno, al señalar que ha sido “una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos” de los cubanos.
El embargo, reforzado por otras leyes como la Torricelli en 1992 y la Helms-Burton en 1996, “ha evolucionado para convertirse en el acto de guerra económica más complejo, prolongado e inhumano cometido contra cualquier nación”.
Cuba, que sufre una fuerte escasez de comida y medicamentos, rechaza las críticas según las cuales el gobierno utiliza el embargo para justificar la prolongada crisis económica que vive la isla, con un desplome del 11% del PIB en 2020, su peor caída desde 1993 y una tímida recuperación de 2% en 2021.
“Las medidas de coerción económica alcanzan una agresividad cualitativamente superior. Se aplican medidas de guerra no convencional”, dice la declaración al referirse al endurecimiento del embargo impulsado por el gobierno de Donald Trump, que devolvió a la isla a la lista países patrocinadores del terrorismo, de donde había salido en 2015, y aplicó 243 medidas adicionales al embargo.