Prestamos y Créditos, los intereses como forma de esclavitud
Roberto Reyes
Cuando nos encontramos en situación económica difícil, acudir a financiamientos resulta una necesidad para salir adelante y sacar el barco a flote, ahora, por lo general el dinero tiene un costo, las herramientas financieras, préstamos, mutuos o créditos obligan al sujeto acreditado a pagar un interés, este, se calcula a razón de la cantidad que se acuerde.
Ahora bien, existen diversas figuras civiles y mercantiles que se traducen básicamente en un préstamo, pero para no enterar en tecnicidades hablemos del crédito.
Los Créditos son operaciones financieras en las que una persona llamada acreditante pone a disposición de otra persona a la que se le denomina acreditado una determinada cantidad de dinero, dando surgimiento a una deuda respecto de la cual, acuerdan las condiciones para su pago y total liquidación por ende resulta en un acuerdo de voluntades, mismo que nace a la vida jurídica al momento de que se produce y cumplimenta la entrega de la cantidad otorgada en crédito.
Todo contrato, acuerdo o convenio genera como consecuencia de su celebración el surgimiento de derechos y obligaciones, por lo que sus términos y condiciones se desprenden del mismo, el cual podríamos decir, contiene las reglas del juego.
Cabe señalar que las circunstancias contractuales de cualquier convenio deben ser acordes a derecho, ya que si bien es cierto la voluntad es la que rige a los contratos, también lo es el hecho de que estos, no puede violar las normas y criterios que resulten aplicables, por ende, las condiciones acordadas deben estar en estricto apego y sintonía con el marco legal.
En materia de obligaciones sabemos que existen en ellas sujetos activos (sobre quienes recae su cumplimiento), así como sujetos pasivos (acreedores de la obligación), pero también sabemos que los contratos y las obligaciones pueden contener vicios en la voluntad que pueden concluir en anularlos de manera tanto parcial como total.
Aun y cuando se haya aceptado una tasa de interés de forma voluntaria, esta puede causar lesión y afectar el patrimonio del acreditado, un interés que resulta desmedido y desproporcionado resulta equiparable a una forma de esclavitud atendiendo a la idea de que el agiotismo se entiende como una forma de explotación del hombre por el hombre, rompiendo con cualquier concepto de Tasa Humana, entendiéndose por esta a aquella que deba cobrarse como un costo financiero justo para aquellas personas que se ven en la necesidad de solicitar un préstamo, financiamiento o crédito según sea el caso.
Si tienes la necesidad o la oportunidad de acudir a un crédito primero analiza las condiciones a las que te vas a obligar y medita si realmente lo puedes pagar, aun y cuando la tasa de interés sea justa, si no tienes los ingresos suficientes para liquidarlo no lo solicites.
Los financiamientos son positivos y se pueden utilizar como medios para concretar y llevar a cabo nuestros planes y proyectos siempre y cuando estos, sean congruentes, su retorno sea viable y proyecten ingresos suficientes que permitan entre otras cosas, pagar el crédito y los intereses acordados.
El no pagar genera consecuencias que pueden ir desde lo civil hasta lo penal, así que no se trata de acudir o no acudir a un crédito, si no de hacerlo con responsabilidad y conciencia.