Di Vulgare
Eduardo Pineda
En una ocasión, Neil de Grasse Tyson se encontraba en una parada de autobús en Nueva York, Estados Unidos. Tenía 17 años, era un joven que no sabía absolutamente nada de ciencias, era incluso un mal estudiante en la preparatoria.
Hurgó en sus bolsillos y no tenía monedas y su billetera estaba vacía, ni un dólar, no tenía forma de pagar el autobús y aunque su casa estaba a 20 minutos caminando la incesante lluvia le obligó a pedir monedas entre los automóviles.
Un Grand Marquis modelo 86 color negro bajó la ventanilla y le preguntó para qué quería las monedas, Neil le explicó y el hombre abordo del lujoso auto negro le ofreció llevarlo a casa, la lluvia ya era una tormenta.
Tardaron 18 minutos en llegar, durante ese tiempo ambos charlaron. Neil cuenta la historia a 37 años de distancia y dice al final que en esos 18 minutos su vida cambió para siempre, decidió ser astrofísico y escudriñar los misterios del universo. El hombre que manejaba el auto negro era ni más ni menos que Carl Sagan. Actualmente Neil conduce el programa de televisión “Cosmos” en NatGeo, programa que por 30 años condujo en el pasado Carl Sagan para la BBC de Londres. Neil se convirtió en su alumno y hoy por hoy es uno de los divulgadores científicos más aclamados del mundo.
La etimología de la palabra Divulgación es muy clara:
Del latín Divulgare. Di = ir, vulgos = pueblo. Divulgar es ir al pueblo.
Y ¿por qué debemos ir al pueblo?
-Porque el pueblo no va a venir, por si solo no va a venir. Y no va a venir porque lamentablemente no sabe lo que la ciencia es, lo que produce, lo que la motiva. La mayoría de las personas han estigmatizado a la ciencia tildándola de “difícil”, “extraña”, “para locos”, “mal pagada” y un muy largo etcétera.
Pero, la ciencia es una de las formas de pensar mas humanas y lógicas, es fácil en principio porque parte de la curiosidad nata del ser humano y debe estar abierta a toda la sociedad porque se financia con el presupuesto gubernamental que proviene del pueblo. Por desgracia la sociedad de consumo que vive en la inmediatez, ha desarrollado una pereza crónica para pensar y razonar, para dudar y someter a prueba sus juicios.
Existen infinidad de distracciones que no permiten el enfoque y la observación.
Sin embargo, aún hay personas como Omar López-Cruz quien es investigador del cosmos en el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, ha participado en diversos equipos de investigación en el extranjero, varios de ellos ganadores del Premio Nobel de física y actualmente además de la investigación y la docencia, Omar trae entre manos dos ambiciosos proyectos de divulgación científica: La Biblioteca Científica del Ciudadano y la revista Obsidiana ambas tareas editoriales que reúnen a los mejores científicos para escribir sobre temas de interés general en un lenguaje apropiado para que todos lo podamos entender y nos acerquemos a las ciencias.
Una sociedad que piensa es una sociedad que exige y que reflexiona, una sociedad más justa, mas equitativa y que pugnará siempre por la verdad en todos los ámbitos que rodean al ser humano. Por eso quiero dedicar un ¡Enhorabuena! A este trabajo que sin duda abona a la construcción de un México pensante que anteponga la razón a la fuerza y la verdad a las falacias y los mitos.
Gracias Omar, gracias a todos los hombres y mujeres que hacen ciencia y la dan a conocer.
Fotografía de Neil de Grasse Tyson: CNN 2008
Fotografía de Omar López-Cruz: Archivo INAOE
Eduardo Pineda
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