¡La mejor de las suertes!

“La mejor de las suertes” no.

“Suerte” ¡no!

Al doctor José Antonio Martínez García, no hay que desearle “suerte” él tiene la capacidad, la visión, el entusiasmo y la pasión que día a día le imprime a su vocación hipocrática.

El no necesita ni oportunidad ni chamba.

El, toda su vida la ha dedicado a la medicina tal como lo hizo su señor padre el mejor ejemplo, el médico Miguel Martínez Villalpando, de muy grata memoria como médico, como cirujano, como persona y también como servidor público en la administración del gobernador Guillermo Jiménez Morales.

Tras un excelente desempeño este sexenio primero como director del ISSSTEP y después como Secretario de Salud, José Antonio Martínez García entrega las mejores cuentas.

Con una gran sensibilidad y visión manejó la crisis sanitaria de la pandemia de la covid, con decisiones particulares alejadas de las directrices fijadas por el gobierno federal –dígase doctor Hugo López Gatell-

Apoyado por el gobernador Luis Miguel Barbosa la crisis se manejó en Puebla y la entidad poblana entregó las mejores cuentas.

Pasada ésta, el doctor Martínez García rechazó tajante el proyecto de la federalización de los servicios de salud, convencido de que el sistema estatal de salud de Puebla se jugaba su fortaleza y agotaba las opciones de atención médica y hospitalaria a los poblanos.

Sobre sus convicciones, no hay argumento ni opción convincentes.

Durante su desempeño como titular de la Secretaría de Salud, fue agradable observar cómo trabajaba.

Se le vio incorporarse a las jornadas de vacunación con todos los trabajadores de la salud para aplicar el biológico.

Tras sus agotadoras jornadas a la media noche, en la madrugada disfrutaba llegar al quirófano para practicar cirugías complicadas en los hospitales públicos.

No perdió tiempo para comprometer e incorporar a las jornadas médicas y de cirugías a especialistas de renombre que sobre todo en “los martes ciudadanos” acudían a los municipios para atender y operar a docenas de personas.

Todo un ejemplo de trabajo y pasión por su profesion.

Trabajo que hoy desde su consultorio se sabe que continuará practicando sobre todo para atender casos complejos, riesgosos entre la población sin protección institucional.

Convencida de su trabajo y pasión, desde este espacio solo enviamos un reconocimiento a quien fue un honor que atendiera las políticas públicas del estado.

Hasta la vista doctor José Antonio Martínez García.

Cumplió y salió por la puerta grande y con la frente en alto.