Opinión

Lapuentismo

26 octubre, 2025 9:32 am
Silvino Vergara

“El que no tenga fe,
que se vaya ahorita.”

Manuel Lapuente
26 de mayo de 1990

En aquella final de la liga de fútbol de primera división en México, entre Puebla y Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, del 26 de mayo de 1990, cuando aun no estaba dividida en dos mini torneos mediocres, y únicamente había un campeón de la liga por año, desde luego, había descenso a la segunda división y ¡existía la segunda división en México!, no esa supuesta liga denominada: “de expansión” que, hasta huele sospechoso que aun subsista, sin interés alguno para la afición, por la ausencia de ascenso y sobre todo, con equipos como Culiacán jugando a puerta cerrada y en Tijuana, apareció en aquellos ayeres, una manta en el Estadio Cuauhtémoc que se leía: Lapuente ¡¡Perdónanos!!, tenías razón. Ese día Puebla, era campeón.
Ese fue el último año en que Puebla fue campeón de la liga de fútbol de primera división, después llegó a la final que perdió en León, dirigido también por Manuel Lapuente quien desafortunadamente, falleció este 25 de octubre de 2025, sin que el fútbol mexicano, sobre todo, sus directivos le manifestaran, lo mismo que se leía en esa manta de hace 35 años: Lapuente ¡¡Perdónanos!!, tenías razón.
Y es que no se atrevieron nunca los directivos y actuales propietarios de lo que queda del fútbol mexicano, para decirle que, tenía razón Lapuente, este entrenador que surgió por impulso de otro histórico del fútbol mexicano Nacho Trilles, y que tenía razón, cuando sostenía que la selección mexicana no era para entrenadores extranjeros, sin embargo, si ya los habían colocado, no había de otra, más que apoyarlos, que no debía de haber jugadores naturalizados en la selección mexicana, ocurrencia que inició en los tiempo en la selección mexicana dirigida por Javier Aguirre con quien nos esperan amargas experiencias para el próximo mundial de 2026, que más que por su capacidad o conocimiento, es porque no tiene de donde escoger futbolistas mexicanos, en lo que queda de eso que se llama torneo mexicano de fútbol, que se brinda permanentemente, no para la afición, sino para las casas de juego y apuestas, por eso es que los partidos son en los días más absurdos y en los horarios más nocturnos, a pesar de que la afición no pueda acudir a los estadios, eso es lo de menos.
Pues bien, en ese torneo mexicano, no hay jugadores mexicanos, por lo mismo que criticaba Lapuente respecto al exceso de extranjeros en la liga mexicana, y que ahora se reflejará en este mundial próximo, las carencias que ha provocado ese amontonamiento de futbolistas extranjeros en esta liga, que muchos solamente estorban a los jugadores mexicanos, hasta ocupando lugares en las bancas y en los equipos inferiores, si hay que traer a la actual selección nacional a un portero casi del retiro, a delanteros extranjeros, no es culpa de la incapacidad de los jugadores mexicanos, sino de la incapacidad de los directivos y de que no se han atrevido a recapacitar, ante la tentación de los billetes verdes, y reconociendo que Lapuente; tenía razón.
Se llamó “Lapuentismo”, a la escuela de entrenadores que dejó en el fútbol aquel entrenador discípulo de Trelles, que después salvó del descenso a los Ángeles de Puebla, que estaba conformado por muchos veteranos que se convirtieron posteriormente en entrenadores de fútbol, así, con su propia escuela, su propio estilo de juego, forjó a esos entrenadores, que hoy están olvidados, también sobre ellos, los directivos y propietarios de los actuales equipos de fútbol mexicano, deberían de reconocer que tenía razón Lapuente, pues esa escuela se ha quedado en el olvido y si acaso, se quedaron como comentaristas en algún programa de televisión y que son, de los pocos, que se atreven a describir las carencias de la liga mexicana de fútbol.
De los que sobreviven de esa escuela “Lapuentista” de entrenadores mexicanos, que por ser mexicanos, son a los que nunca se le da oportunidad de dirigir en México, está Rafael Loredo, ex jugador de Ángeles de Puebla, director técnico en las selecciones juveniles de Guatemala que los llevó a un mundial juvenil, o bien, Luís Fernando Tena, campeón olímpico con la selección mexicana, que mejor lo están aprovechando en la selección de fútbol de Guatemala, que históricamente está a punto de participar en su primer mundial de fútbol, este próximo 2026, y todo, gracias a esa escuela Lapuentista, ojala y así sea, se lo merece ese país hermano, que tanto ha sufrido su población históricamente, y desde luego, el Lapuentismo, para que se pueda seguir gritando: ¡¡Perdónanos Lapuente!!, tenías razón. (Web: parmenasradio.org)
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