Culpables

El cuestionado nivel futbolístico que ha mostrado la Selección Mexicana de Fútbol tiene nombre y apellido.

El principal culpable de esta debacle se llama Gerardo Martino, al inicio de su proceso al frente del combinado nacional él se comprometió, lo recuerdo perfectamente, a trabajar para consolidar el denominado relevo generacional, mismo que nunca ello porque, igual que los entrenadores pasados, únicamente se interesó en convocar a los futbolistas que juegan en Europa cuando la mayoría son veteranos y su mejor momento ya es cosa del pasado.

Hoy es muy evidente que el “Tata” Martino le vendió espejitos a los dueños del fútbol mexicano, empresarios que se la jugaron con él, pero que jamás le exigieron que cumpliera con el anhelado relevo generacional y que este sábado fue el principal factor de la derrota ante Argentina.

Desde la pésima participación que tuvo la selección mexicana en los partidos clasificatorios a la Copa del Mundo “Catar 2022”, Martino tuvo que ser despedido, para los juegos de la CONCACAF, “El Tata” siempre convocó a los mismos porque los dueños también se lo permitieron.

A la actual copa del mundo ya no tienen que haber llegado Alfredo Talavera, Héctor Moreno, Néstor Araujo, Andrés Guardado, Héctor Herrera, Erick Gutiérrez, Raúl Jiménez, y Rogelio Funes Mori, quienes enseñaron un nivel de juego raquítico y a otros como Jiménez, las lesiones les cobraron factura.

Sin embargo, Gerardo Martino, se fue por la fácil, se llevó a los jugadores más mediáticos, pero no a los mejores; a Catar 2022 tenían que haber ido los futbolistas del bicampeón Atlas, del campeón Pachuca, del líder del torneo más reciente América y aquellos que sobresalieron en sus respectivos equipos como: Javier Hernández (Chicharito), Santiago Giménez, Diego Lainez e incluso Carlos Vela, porque el mundial debe jugarse siempre con los mejores y no con ellos que se sienten, pero no son estrellas. Dónde quedaron los talentosos como Alejandro Zendejas, quien desde que “Tecatito” Corona se lesionó, tenía que ser convocado.

En fin, los culpables de la raquítica actuación son Martino y los dueños del fútbol mexicano, ojalá que cuando concluya la participación de México en la Copa del Mundo, se sientan analizar este, así como todos los aspectos futbolísticos, pero también administrativos, ya que en el 2026 México será uno de los países sedes y a nadie le gustaría una participación como la que tuvo Catar en el actual mundial que es realmente lamentable.

Por cierto, que el próximo director técnico deberá ser mexicano, alguien que verdaderamente sienta la playera, que sepa jugar mundiales y desde hoy propongo a Ignacio Ambriz o Jaime Lozano, ya que el relevo generacional debe empezar desde el cuerpo técnico, es cuanto, nos leemos en la próxima entrega.