Del concepto al diseño
Eduardo Pineda
Germán Montalvo narra su creación artística a través del diseño gráfico como una forma de comunicar, mediante símbolos, aquellos conceptos que trascienden el tiempo y quedan inscritos en la pátina de la memoria humana.
De esta forma, el artista condensa la realidad en una superficie físicamente limitada por los bordes pero en constante expansión por la imaginación y la interpretación del público.
Su trabajo se caracteriza por poseer un enfoque en la difusión cultural y artística así como la promoción de la lectura; es un hombre convencido de que la semiótica de las cosas y de las creaciones literarias y artísticas es la esencia de la forma en la que se va a comunicar su existencia, en su caso, haciendo uso de la imagen, la forma, el color y la proporción.
Conversando con él, vemos al diseñador, al ser creativo que juega con la imaginación y la realidad y también al que se asoma por la rendija de la sensibilidad que su bagaje cultural le provee. “Para diseñar una portada de libro requiero leerlo, para diseñar el cartel de una película, verla” -dice Montalvo.
De manera que su extensa carrera en el diseño gráfico le ha alimentado en todas las expresiones culturales que se han instalado en la representación social a través de sus manos. Todo diseño parte de un boceto, de un dibujo, de una colección de saberes y técnicas para mostrarlos, resultando en la visibilidad de una forma de entender e interpretar el mundo y lo que él contiene.
De esta forma Germán Montalvo está convertido en uno de los creadores más importantes de México y Latinoamérica habiendo recorrido casi todas las técnicas en el diseño y comunicado a través de él casi todas las expresiones artística del ser humano.
Cuenta de ello dio la exposición que se montó en la Universidad Iberoamericana de Puebla y la que actualmente se exhibe en la ciudad de Córdoba, Veracruz, en las que se recoge parte de la trayectoria de Montalvo mostrando sus bocetos, carteles, portadas de libro, etc.
El arte es quizá el emblema de nuestra especie y su rasgo distintivo, es la creación de la realidad paralela a la que nos es dada de facto, es la inconformidad ante un mundo que no nos es suficiente para sentirnos plenos, es protesta y es anhelo, el arte es lo que nos mantiene cuerdos en un mundo loco por la prisa, el consumo y la venta.
Y creadores como Germán Montalvo nos devuelven la fe que el siglo xxi parece arrebatarnos. Escucharlo nos da esperanza, porque encontramos en sus palabras esa emoción que la cultura nos provoca. Ángeles Mastretta decía que hay una distancia entre las cosas y la emoción de las cosas, y lo que vemos en el trabajo de Montalvo es precisamente la emoción del diseño materializada, la emoción del símbolo que se pretende dejar para la posteridad.
Por ello celebro que la rebeldía no cese, que no se apague la imaginación y que no se muera nunca el asombro que las expresiones artísticas nos regalan, que no termine la creación, que se rehaga la realidad, que se dibuje, se escriba, se baile, se actúe, se construya, se moldee y se diseñe el mundo que soñamos por encima del que habitamos.
*Fotografía de Germán Montalvo del portal de “Ediciones Era”:
https://www.edicionesera.com.mx/autor/german-montalvo/
Cartel de G. Montalvo publicado por la
Agencia de Noticias de Diseño, Galería AIAP de Milán, Italia.