Opinión

Educación y Reconstrucción en Guerrero Después de Otis

25 enero, 2024 11:51 am
Patricia Vázquez del Mercado

Han transcurrido tres meses desde el paso del Huracán Otis por Guerrero. Estudiantes, docentes y familias continúan en condiciones vulnerables, ya que la normalidad parece no llegar con la velocidad deseada. La presencia de violencia, la ausencia de autoridades, los desafíos para el retorno escolar adecuado y la débil conectividad hacen de este esfuerzo algo mucho más desafiante de lo que sería en condiciones normales o en otros momentos.

 

Se ha hablado mucho sobre las condiciones materiales para un regreso adecuado a clases, y sin duda, son fundamentales. Con la certeza de que #LaEducaciónImporta, en Mexicanos Primero hemos iniciado la campaña “Mochilas Llenas” en colaboración con Enseña Por México, Unidos por Ellos, CENACED, la Comisión de Educación del Consejo Coordinador Empresarial, Coparmex, Grupo Educación, Enseña por México, Fondo Alternativa, Mujeres Unidas por la Educación, Todos Aprendemos, Fundación SM y Fundación Niños en Alegría. En una primera fase, logramos alcanzar la meta de proporcionar 3,250 mochilas con útiles escolares para estudiantes de escuelas públicas.

 

La prueba PISA 2022 realizada por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) señala que las y los estudiantes mexicanos de 15 años no poseen las competencias necesarias en lectura, matemáticas y ciencias; es decir, carecen de habilidades y capacidades para resolver problemas cotidianos con el aprendizaje adquirido. Imaginemos entonces qué sucederá con los resultados de las futuras generaciones de alumnos que perdieron aprendizajes durante la pandemia y aún no los han recuperado.

 

En Guerrero, las escuelas y sus docentes buscaban formas de identificar los aprendizajes perdidos durante la pandemia cuando llegó Otis. Ahora, las y los estudiantes de esta región enfrentan una desventaja aún mayor y una barrera adicional debido a los problemas socioemocionales que han experimentado.

 

Hoy es Guerrero, pero en otros momentos ha sido Puebla. Según la Organización de las Naciones Unidas, entre 2016 y 2021, 2.3 millones de niñas y niños fueron desplazados en la región latinoamericana debido a desastres climáticos. De ellos, 1.7 millones lo fueron solo por tormentas y 620,000 por inundaciones.

 

Es hora de centrarse en las y los estudiantes, de buscar soluciones para que no se queden rezagados. Las niñas, niños y adolescentes que avanzan en grados escolares pero no en aprendizajes, terminan por abandonar la escuela, y en un país donde la educación es posiblemente el único camino para cambiar su destino, resulta más que una tragedia, un reto enorme de alcanzar.

 

Es momento de atender la educación en Guerrero, es momento de que la reconstrucción incluya la atención prioritaria de la infraestructura escolar, pero también de las emociones, para que la escuela vuelva a ser ese espacio de pertenencia, confianza y aprendizaje que es el derecho de cada estudiante en México.





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