Opinión

Género: estudio imperativo y acción urgente

19 abril, 2024 8:01 pm
Eduardo Pineda

Se ha dicho que el feminismo está de moda, que hay corrientes políticas y tendencias económicas a las que les convienen los movimientos feministas. Se ha dicho, de la misma manera, que “estábamos bien” como estábamos antes del nuevo boom de los movimientos por la igualdad de género, que los roles y los quehaceres de los hombres y las mujeres están definidos de facto, que las mujeres con un paliacate morado marchando en las calles sólo desquician el tráfico, destruyen los monumentos, rayan las paredes y maltratan la ciudad. Se habla mucho por las calles, en los centros de trabajo y en las escuelas sobre el actuar de las personas y los actores políticos, religiosos y empresariales respecto de la igualdad de género. Muchos opinan, otros entran en controversia, algunos han decidido ignorar el tema o simplemente lo toman como una tertulia de café o para conversar durante el almuerzo. Otros reaccionan a las corrientes que están en boga, deciden unirse a los diversos movimientos, intentan ingerir en sus espacios de convivencia, trabajo, familiares o educativos con ideologías y propuestas de un cambio radical en el pensar y actuar respecto a la igualdad de género. Algunas de estas personas solo reaccionan sin suficiente información o sin haber sometido ésta al escrutinio de la reflexión y el debate argumentado. Otras personas en cambio, han decidido tomar partido primero por la vía académica para dar después el paso hacia la acción social.

Y es precisamente en este renglón donde me quiero detener el día de hoy. La lucha por la igualdad de género es, como se indica en el título de esta columna tan urgente, que su estudio a profundidad y cabalidad debe ser imperativo. Las instituciones de educación superior deben tomar partido urgentemente para formar a mujeres y hombres con capacidades críticas, analíticas, argumentativas, reflexivas y comparativas, contando así con la preparación necesaria para proponer desde la vía de la intelectualidad una ruta certera que nos conduzca a un cambio de raíz como sociedad e incluso como especie.

Las consecuencias de no hacerlo son desastrosas. Como muchos de los problemas que enfrentamos como sociedad humana, ─la discriminación, la exclusión, la violencia, el fanatismo, la desigualdad social, la polarización de los sectores que conforman a la sociedad de una nación, la pobreza extrema, la desnutrición por carencia de recursos, la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos, la corrupción, el crimen organizado, el narco-estado, las crisis migratorias que ponen en jaque a la estructura familiar y con ello a la estructura social, el abandono, la paternidad o maternidad irresponsable, la esclavitud infantil, el olvido y rezago en que viven muchos ancianos y (por desgracia) un larguísimo etcétera─, la inequidad de género, la violencia contra las mujeres por el sólo hecho de ser mujeres, la falta de oportunidades, el machismo y todo lo que eso implica, los feminicidios y la desigualdad laboral, son problemas graves que debemos resolver, y tal gravedad es, forzosamente, producto de la complejidad que debemos entender para proponer soluciones; desde el estudio serio que las instituciones deben proporcionar a aquellos interesados en no solo marchar y exhibir pancartas, sino en comprender la naturaleza del problema para resolverlo desde sus raíces y extirparlo de la sociedad en la que se ha entremezclado en prácticamente todos los sectores.

Nos congratulamos de que, en la máxima casa de estudios en Puebla, la Dra. Josefina Manjarrez y su equipo de mujeres y hombres formados en la academia y en el hábito de pensar, dediquen sus esfuerzos académicos a estudiar y reflexionar sobre las problemáticas que enfrenta la sociedad y, primero a través del Centro de Estudios de Género, y ahora desde su nueva responsabilidad al frente de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, trabaje en el estudio de las causas y la búsqueda de soluciones.

Josefina Manjarrez es una mujer comprometida con la reflexión, la investigación y la formación de seres humanos que den a la sociedad un norte ante los complejos y arraigados problemas que nos aquejan día con día.

Eduardo Pineda

eptribuna@gmail.com





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