Opinión

Corrupción: detrimento social

7 marzo, 2025 8:00 pm
Eduardo Pineda

Hace aproximadamente diez años, en el teatro de Complejo Cultural Universitario de la BUAP, se presentó un espectáculo que combinaba música, teatro y declamación, era un homenaje al fallecido tío de un personaje de la política universitaria que prefiero no mencionar, pero, ese no es el punto; el punto es que me encontraba haciendo la fila para ingresar a ver el espectáculo porque dos días antes supe que el maestro Jorge Altieri estaría en el escenario dirigiendo al Coro Normalista y ansiaba verlo una vez más; detrás de mí, en la fila, llegó el escritor y filósofo español Fernando Savater, fue una grata sorpresa encontrar en ese lugar a Savater y ni tardo ni perezoso lo saludé, le hice dos o tres preguntas sobre el clima, el tráfico de la ciudad y esas cosas, con la firme intención de entablar una conversación que se apreciaba imperdible y lo fue. Nos sentamos en butacas contiguas, cuchicheamos durante el espectáculo y al terminar fuimos a comer, fueron varias horas de conversación en las que abordamos diversos temas, más de los que yo podría imaginarme.

Hace unos días tuve la fortuna de entrevistar a Mary Kriss Parra sobre un notable reconocimiento que la BUAP le otorgó en octubre pasado y, al leer el trabajo que derivó en ese premio, recordé aquel encuentro con Fernando Savater cuando él me aseguró -hablando de corrupción “En cierta medida la corrupción es un asunto cultural y lo peor que le puede pasar a una sociedad es acostumbrarse a ella”.

Esa máxima, que quedó grabada en mi memoria y que aparecía casi como un epitafio del país moribundo en el que habitamos, me hizo interesarme en la política y en los procesos complejísimos y surrealistas que la conforman, al menos, en un país como México.

Por ejemplo, durante su campaña para ser electo presidente de México en 1976, José López Portillo utilizó como slogan de campaña: “La solución somos todos”. Pero en poco tiempo los mexicanos cambiaron la frase por: “La corrupción somos todos”.

De manera que, al parecer Fernando Savater hizo una lectura precisa de nuestra sociedad: hemos normalizado la corrupción; hemos socializado, generación tras generación, las prácticas corruptas que diagnostican a nuestra sociedad; hemos, incluso, ensalzado al corrupto y menospreciado al honesto, vemos como una gracia y un logro alcanzar una meta mediante el cohecho, la dádiva y el soborno y, lo peor, es que no somos la única sociedad sumergida en la corrupción, el resto de los países bananeros del orbe están en la misma situación.

Con la tesis de doctorado Agentes socializadores y su influencia en la opinión pública sobre corrupción, de los jóvenes universitarios de la zona metropolitana de Puebla, Mary Kriss obtuvo, de manos de la rectora de la máxima casa de estudios de nuestra entidad, el premio a la mejor tesis de posgrado BUAP 2024.

En su trabajo intelectual, la doctora Parra aborda una problemática que, aunque es añeja en sociedades como la nuestra, está -por desgracia- más vigente que nunca.

Mujeres jóvenes, reflexivas y pensantes, como Mary Kriss, estudian fenómenos sociales como la corrupción y nos muestran la complejidad del problema dando un diagnóstico realista de la sociedad enferma: “la corrupción se puede contener en medida de lo posible, pero, lamentablemente, es muy complicado acabar con ella”.

Eduardo Pineda
eptribuna@gmail.com





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