La Güera Rodríguez

“La Güera fue libre de cuerpo, pero también de mente.

Tuvo dos estigmas: el primero, conseguir su propia libertad

como mujer, y el segundo, la libertad de su patria…”.

“La Conspiradora”. Autor: Guillermo Barba.

A propósito de que el día de ayer 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, me gustaría aprovechar tan importante fecha para recordar a una mujer en especial que en mi particular punto de vista vivió adelantada a su época, un personaje que jugó un papel muy importante en la planeación de la Independencia de México. De hecho, se considera que fue una pieza clave en este acontecimiento histórico, y que vivió retando a los convencionalismos y estereotipos sociales de aquella época, y me refiero a María Ignacia Rodríguez de Velasco o también conocida como la Güera Rodríguez, quien es considerada como la primera feminista de México.

Nació en la ciudad de México, Nueva España el 20 de noviembre de 1778. Tuvo cuatro hijos. Fue una mujer muy popular por su carácter fuerte, su belleza y por su inteligencia, convirtiéndola en una figura notable en la aristocracia novohispana, además, desde mi perspectiva, fue una de las heroínas nacionales menos conocidas, probablemente porque fue estigmatizada como una mujer frívola que sedujo a insurgentes, virreyes y otros personajes históricos, como por ejemplo su romance con Simón Bolívar y su enamoramiento del explorador alemán Alexander Von Humboldt, a quien conoció a los 16 años y con quien trabó una fuerte amistad.

María Ignacia apoyó a la causa insurgente, que buscaba la independencia del país, tanto, que en 1810 fue denunciada por apoyar la revolución encabezada por Miguel Hidalgo y Costilla, a quien patrocinaba con su propio dinero.

Es conocida su relación amorosa con Agustín de Iturbide, en ese momento futuro emperador de México, a quien impulsó a que llevara a cabo y completara la “libertad mexicana”. Incluso se dice que Iturbide desvió el desfile del Ejército Trigarante, cuando entró victorioso a la ciudad de México para pasar cerca de la Iglesia de La Profesa, por donde vivía María Ignacia, para que ella lo presenciara.

Durante el imperio, la Güera cobró una fuerte influencia en el gobierno y gran notoriedad en la sociedad, es así que se especulaba que ella era quien realmente gobernaba.

Y aunque realmente no hay mayor documentación de su relación con Agustín de Iturbide, tan sólo dos años después del Primer Imperio Mexicano, María Ignacia contrajo nupcias con Manuel Elizalde. Aunque se mantuvo activa políticamente, su vida fue más tranquila y apegada al catolicismo. Murió el 1 de noviembre de 1850, a los 71 años de edad.